L a pólvora, el «mesclaíco» y el fervor religioso de todo un pueblo cobraron de nuevo el protagonismo durante la jornada de ayer en las calles de Elda con la celebración de la Solemnidad del Santísimo Cristo del Buen Suceso, segundo y último día grande de las Fiestas Patronales.

Como ocurrió el sábado, en la Solemnidad de la Virgen de la Salud, la jornada empezó muy pronto para quienes quisieron asistir a las misas que la Iglesia de Santa Ana ofreció. A las once, una vez más con suma puntualidad, la eucaristía en honor al Patrón de Elda congregó a una multitud que abarrotó el templo intentando buscar un hueco donde acomodarse en la misa más importante del día. En esta ocasión, fue el eldense Miguel Cremades Romero, vicario judicial de la Diócesis, profesor del Seminario y canónigo de Concatedral de San Nicolás de Alicante quien ocupó la sagrada cátedra y se hizo cargo de la homilía. El apartado musical correspondió una vez más a la Coral de los Santos Patronos, acompañada por la Orquesta de Cámara «Ciudad de Elda» en la interpretación de los himnos que se escucharon durante la celebración de esta misa. Como hiciese Vicente Javier Martínez el día anterior, Miguel Cremades basó el mensaje de su homilía en el amor. El canónigo habló de sus experiencias personales en un sermón, como él mismo se encargó de expresar, nada académico y poco preparado.

La segunda traca de las Fiestas Mayores volvió a reunir a un nutrido grupo de corredores que, armados con paraguas para evitar innecesarias quemaduras, recorrieron la distancia entre la Plaza de la Constitución y la calle Reyes Católicos avanzando junto al estruendo y el humo que la pirotecnia dejó a su paso. Antes de la carrera, la autora del cartel y camiseta oficiales de la traca, la artista Yolanda Pérez, tuvo el honor de dar la salida a los corredores encendiendo la mecha. Más tarde, el típico aperitivo eldense, el «mesclaíco», fue el protagonista absoluto en las terrazas de buena parte de los establecimientos de la ciudad, especialmente de aquellos situados en la Plaza Mayor. Allí, con más ánimo que técnica, el grupo «Los Caracoles» divirtió a veteranos y curiosos con su cancionero popular de la ciudad, amenizando el aperitivo a las cientos de personas allí congregadas.

La caída de la tarde vio llegar una vez más los actos religiosos con la procesión en honor del Cristo del Buen Suceso. La imagen del Patrón, portada por sus costaleros y acompañada por sus fieles, salió a las calles tras una misa en la Iglesia de Santa Ana para abrazar durante todo el recorrido el respeto y entrega de toda una ciudad, que mostró su devoción en silencio y se despidió, hasta dentro de un año, de esta figura tan venerada.

El ocio nocturno ha sido también protagonista de las Fiestas Mayores de Elda con una serie de conciertos gratuitos para todo tipo de públicos programados en diferentes espacios de la ciudad que se han saldado con una asistencia masiva por parte de los ciudadanos.

El Templete, la barraca popular instalada en el campo anexo al Estadio Municipal Pepico Amat, registró una espectacular entrada la noche del viernes día 7, donde miles de personas se agolparon ante el escenario para disfrutar de la actuación del dúo Andy y Lucas. Ese mismo día, en la Plaza Castelar, el estilo melódico de Jose Manuel Soto atrajo a un numeroso público a su concierto.

El sábado por la noche, la música tomó de nuevo diversos rincones de la ciudad, poniendo el broche de oro a las celebraciones en honor a la Virgen de la Salud. El auditorio ADOC ofreció a los aficionados a la lírica un recital especial de fiestas a cargo del barítono Carlos Álvarez, mientras que el Templete volvió a cubrir su aforo para ofrecer un nuevo concierto. En esta ocasión, los nostálgicos de los años 80 pudieron volver a disfrutar con las canciones de La Guardia y del ex líder de Gabinete Caligari, Jaime Urrutia. El solista repasó gran parte de su repertorio en solitario antes de dar concesiones a los temas míticos de su antigua banda, para satisfacción del público. En otro extremo de la ciudad, la nostalgia fue también la protagonista en los conciertos que ofrecieron dos bandas de los 60, Los Sirex y Los Mismos, que hicieron bailar a los asistentes con un repertorio cargado de éxitos.