Entrevista | Rubén Cánovas Bisnieto de Pascual Cánovas, el último alcalde de la República en Aspe

"La única intención de mi bisabuelo era que no hubiesen conflictos"

Rubén Cánovas, valora la aparición de los restos de su bisabuelo y cuenta que hará la familia con ellos una vez se los den

Rubén Cánovas, bisnieto de Pascual Cánovas, el último alcalde republicano de Aspe.

Rubén Cánovas, bisnieto de Pascual Cánovas, el último alcalde republicano de Aspe. / INFORMACIÓN

Los restos del último alcalde de la República en Aspe, Pascual Cánovas Martínez, han sido identificados a través de las pruebas de ADN que realiza la Fundación FISABIO. Sus restos fueron exhumados en 2021 de una fosa común en el cementerio de Alicante.

PREGUNTA: ¿Qué sabe de su bisabuelo?

RESPUESTA: Fue alcalde de Aspe, miembro de la UGT , alpargatero y cerámico de profesión. Fue fusilado de manera injusta por un tribunal militar en 26 de junio del 1941, concretamente a primera hora de la mañana. Se destacaba por ser un hombre de paz y tremendamente inteligente, de ahí su apodo, «Pascual el sabio». Dicho por mucha gente del pueblo, Pascual era un hombre bueno, que ayudaba a las personas y que su única intención es que no hubiera conflictos en el municipio, incluso llegando a interponerse en el linchamiento de los Calpena, algo que supuso posteriormente su muerte. Antes de su detención, le avisaron de que querían detenerlo y los propios amigos le ofrecieron dinero para poder escapar del país, no obstante, el decidido quedarse debido a que realmente él no había hecho absolutamente nada malo, todo lo contrario. Además, destacar que anteriormente ya fue juzgado por otro tribunal, dejándolo libre sin cargos. No existe mucha documentación personal de Pascual Cánovas Martínez, no obstante, en el museo histórico de Aspe, aun quedan ejemplares de los billetes acuñados en Aspe de la segunda república y firmados por el mismo.  

P: ¿Y su bisabuela?

R: Matilde se llamaba. Me cuentan mis familiares que la mañana del 26 de junio del 1941, visitaban el reformatorio de Alicante, mi bisabuela Matilde, mujer de Pascual Cánovas Martínez y su hijo Antonio Cánovas, que en esa fecha tendría 11 años de edad. En el momento que llegaron al reformatorio, con la intención de llevar comida y ropa a Pascual Cánovas, le comunicaron de malas maneras, que se habían llevado a Pascual al campo de tiro de Rabasa para su posterior ejecución, sin previo aviso. Después de momentos muy tensos de búsqueda con la incertidumbre y la esperanza de que todo fuera un error… Finalmente fue en el cementerio de Alicante, concretamente en la fosa donde han sido encontrados, donde pudieron reconocer el cuerpo sin vida de Pascual Cánovas. Su hijo, Antonio Cánovas, con un enorme despliegue de valentía y coraje, decidió bajar a la fosa donde estaban todos los cuerpos sin vida de los represaliados, y apartando los cuerpos pudo ver en cuerpo sin vida de su padre. Lo ayudaron a sacarlo y posteriormente después de un duro momento para su hijo y su esposa, consiguieron una caja de madera para poder enterrarlo

P: ¿Cómo se enteraron de que podía estar en una fosa común en el cementerio de Alicante?

R: En realidad, sabíamos que estaba ahí, debido a que su mujer y su hijo adquirieron la caja para poder enterrarlo en la fosa. Lo único es que teníamos la incertidumbre de que posteriormente los restos fueran removidos, algo que no ha sucedido afortunadamente. 

P: Cuando le dieron la noticia de que tras las identificaciones por medio de ADN que uno de los restos era de su bisabuelo, ¿Cuál fue la reacción de la familia? 

R: La reacción fue de alegría, y sobre todo la sensación de poder enterrar dignamente a nuestro familiar. Con todo esto, y gracias a todos los que han hecho esto posible, se puede ayudar a reconocer los buenos actos que realizaba mi bisabuelo Pascual Cánovas, el sabio.  

P: ¿Qué van a hacer con los restos ahora que pueden darle una sepultura digna?

R:  Los restos serán depositados en uno de los nichos familiares del cementerio de Aspe, para que así, pueda descansar en paz con el resto de sus seres queridos.  

P: ¿Qué sensación le queda ahora que «tiene» a su bisabuelo? 

R: Sinceramente es una muy buena sensación, saber que están todos los familiares en el lugar que les corresponden. Además, el saber que aun estaba en el cementerio de Alicante, personalmente me daba la sensación de que no se había hecho justicia, ahora ya esa sensación ha desaparecido afortunadamente.  

P: ¿Cómo valora la ley de memoria histórica?

R: La ley de memoria democrática creo que es una pieza fundamental para hacer justicia y devolver los cuerpos de los fusilados a sus familiares. Creo que esta ley, permite poner punto y final a mucho sufrimiento.