? La Policía Nacional ha cerrado el caso tras nueve meses de investigación paciente y hermética blindada por el secreto del sumario. Desde el relato inicial los agentes pensaron que la sospechosa buscaba una coartada. Aseguró que había sufrido una agresión sexual que fue descartada en la exploración ginecológica. También dijo que le habían dado una paliza pero sólo presentaba contusiones leves. La puerta del edificio no había sido forzada. Y a pesar de ocurrir el atroz suceso en una concurrida calle en una tarde de agosto, ningún testigo vio nada ni las cámaras de vigilancia de los comercios grabaron a ningún sospechoso.