El agua pudo haber sido ayer un impedimento para las Fiestas de Moros y Cristianos de Petrer, aunque finalmente todo se quedó en un amago sin mayores consecuencias. Las tormentas que de manera localizada afectaron a diferentes puntos del interior de la provincia a partir del mediodía visitaron también la localidad, interfiriendo sobre el horario previsto de los actos, pero sin impedir su desarrollo.
Una pequeña tromba cayó hacia las dos de la tarde y, a pesar de la poca cantidad de lluvia recogida (0,2 litros por metro cuadrado), se decidió posponer el inicio de la Entrada Mora una media hora para favorecer que el itinerario estuviera completamente seco. Así pues, el desfile comenzó hacia las seis de la tarde, pero salvando esa cuestión se celebró con la debida solemnidad. La comparsa de Moros Beduinos abrió paso a un desfile en el que los festeros volvieron a lucir sus mejores galas, esta vez exhibiendo el poder del bando de la media luna.
Moros Beduinos también había protagonizado por la mañana el Desfile de Honor, junto con los capitanes, abanderadas y rodelas de todas las comparsas.
Tal y como se esperaba, el hecho de ser domingo propició que un mayor número de personas se acercaran hasta el recorrido para seguir de cerca el paso de los festeros, antes de que asistieran a la misa en honor a San Bonifacio. La subida del santo a su ermita será uno de los actos principales hoy, última jornada de las Fiestas petrerenses.
