El centro de Elda se mueve entre claroscuros, según denuncian algunos vecinos de la zona. Observan como, una vez abandonas la comercial Juan Carlos I, el resto de las vías parecen ser de segunda categoría. Uno de los comerciantes de las adyacentes comenta que «no hace falta que te vayas muy lejos, en la calle Jardines, cruzas la fachada del Teatro Castelar y los maceteros prácticamente no existen». Frente a los coloridos y llenos de flores que ornamentan la vía comercial por excelencia, los de Jardines están «secos y escuálidos».
También en la limpieza, existen calles de primera y de segunda en el pleno centro. Uno de los vecinos apunta que «es cierto que no es sólo cuestión del servicio de limpieza, es necesario poner más papeleras y sancionar a los dueños de las mascotas que permiten que orinen en las aceras». A falta de pequeños contenedores de basura algunos de los enormes tiestos de hormigón se convierten en improvisadas papeleras llenas de botes de refrescos. Son los restos de una merienda juvenil.
A esta situación se suma la cantidad de «cuartelillos» que están abriendo en la zona. En Jardines esperan que su futuro no sea parecido al de la calle Nueva, donde los negocios se cerraron. La vía se quedó sin vida, sin la luz de los escaparates y finalmente, las sedes festeras se adueñaron de ella.
Asimismo, comerciantes se quejan de lo poco que les ha servido que la calle Jardines formara parte del Plan de Acción Comercial (PAC) y se acometieran en ella obras para su remodelación como zona de paseo con nueva pavimentación. «Se han doblado pivotes y llevan meses sin arreglarlos» se quejan. «Ahora no tenemos ni zona comercial ni aparcamientos» critican. Otra de las denuncias es que si se estropea algún contenedor no se reponen ni se acondicionan, a pesar de las numerosas presentadas de forma verbal a las autoridades municipales.
Con el fin de revitalizar la zona los vecinos piden que algunas de las actividades que, ahora se centralizan en la plaza Castelar, se trasladen a la del poeta Antonio Porpetta como dinamizador del comercio local.
Cierre del centro
Los vecinos de la zona centro tienen que sufrir los habituales cortes de calles por eventos, fiestas o incluso pruebas deportivas. Con este panorama, piden más agilidad a la hora de eliminar las barreras que les impiden acceder a sus garajes. Una habitante de la zona explica que «a veces el desfile o la procesión ha finalizado y se tarda más de dos horas en liberar las entradas». También lamentan que la Policía Local, en ocasiones, no lleva la llave de los pilones para facilitar el acceso a los vecinos y tienen que aparcar fuera de sus cocheras.
Los afectados asumen que vivir en el centro tiene una serie de inconvenientes como el transitar con libertad por la calle con sus vehículos cuando son días de fiestas. Sin embargo comentan que «en Elda casi todos los fines de semana hay alguna actividad». Más de un 50 por ciento de los 52 fines de semana del año en las arterias principales se restringe el paso.
