Tres millones de euros quedan bloqueados en las cuentas municipales de Elda. El presupuesto de 2018 pasa de 37 millones a 34 millones de euros y varias de las inversiones estrellas del último año de legislatura se quedarán en dique seco. Entre ellas, gran parte de la contrata para el mantenimiento de parques y jardines, la rehabilitación del barrio Nueva Fraternidad y la construcción de un parque viario para escolares. Los recortes necesarios afectarán a muchas de las partidas presupuestarias.

Hacienda penaliza al Ayuntamiento de Elda por incumplir la regla de gasto establecida en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, una norma aprobada en 2012 por el Gobierno de Rajoy para combatir el déficit y los excesos de deuda de las administraciones. Un varapalo para el equipo de gobierno -formado por PSOE y Compromís- que arropó ayer al alcalde socialista, Rubén Alfaro, cuando expuso la nueva situación de las cuentas locales.

Esta circunstancia se produce con un paisaje contable de un superávit neto de 5,5 millones de euros, una liquidez que supera los 10 millones de euros, deuda cero y un pago medio a proveedores de 36 días. El gobierno municipal ha hecho sus deberes con respecto a la restrictiva ley de Montoro. Todos menos uno.

La administración municipal pagó fuera de plazo facturas a proveedores, algunas de ellas a la empresa de recogida de basura. El importe total de los recibos con fecha de 2016 y que se abonaron en 2017, asciende a unos 800.000 euros y esto sumado a otras cantidades menores supera el límite de gasto impuesto a los ayuntamientos por el Ministerio de Hacienda. Una de las normas a cumplir es que no se supere durante dos meses los 60 días de plazo medio de pago a proveedores.

Ahora, el concejal de Hacienda, Amado Navalón, se debe sentar para ver a qué cuentas le mete la tijera, aunque el alcalde ya ha avanzado algunas de ellas. En esto consiste el plan económico financiero, en buscar a qué partidas presupuestarias se le cuelga el «no disponible» hasta llegar a los tres millones de euros.

La diana de los dardos de Rubén Alfaro, ha sido el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro y ha calificado al regla del techo de gasto de «cacicada». Asimismo se ha escudado en que las facturas de la empresa concesionaria de la recogida de residuos sólidos mantenían un reparo de la Intervención municipal. Ante esta situación se solicitó un informe a y así fueron pasando los meses. La consecuencia final, la penalización de Hacienda por no pagarlas antes de 60 días y por tanto, tres millones de euros menos para gastar en la ciudad. Aunque, Alfaro ha subrayado que los recortes «no afectarán a las partidas dirigidas a las personas que son nuestro principal eje en esta legislatura».