La reforma del instituto Azorín de Petrer lleva camino de cumplir un año sin actividad. Fue en mayo de 2017 cuando se paralizó al detectar los técnicos defectos constructivos que obligaron a rescindir el contrato inicialmente adjudicado a la empresa Dragados. Desde el grupo municipal del PP se considera que ha habido tiempo de sobra para dar una solución a un problema grave para el conjunto de la población y, especialmente, para los alumnos que estudian en el centro.

«Además, ahora se están desmantelando elementos y maquinarias necesarios para ejecutar la obra, dejando abandonada y paralizada la actuación más importante de las últimas legislaturas en Petrer, sin que nadie del minigobierno local se preocupe de lo necesario que es darle continuidad a esta reforma», ha subrayado el portavoz adjunto de los populares, Óscar Payá.

El principal grupo de la oposición también se queja sobre la falta de información sobre la continuidad en la ejecución del proyecto. Un problema que, según indica Payá, también afecta a los padres, alumnos y profesores que tampoco recibieron información alguna al respecto durante el último Consejo Escolar Municipal. «No es admisible la falta de información y transparencia por parte del gobierno tripartito -PSOE, Compromís y EU- sobre este tema y otros muchos», se queja el portavoz del PP para quien «la concejala de Educación -Silvia Rodríguez, de Compromís- se escuda diciendo que no es un tema de su competencia aunque, como responsable municipal de Educación y siendo la Conselleria competente de su propio partido, debería haber hecho ya una senda a València para exigir soluciones porque más de un año abandonada una obra no es aceptable y puede afectar a su estructura con lo que encarecerá más el proyecto».

Desde el PP se augura, por último, que el próximo curso los alumnos del IES Azorín seguirán en los «barracones tantas veces criticados por Compromís cuando estaba en la oposición».