El presunto pedófilo de Novelda acusado de agredir sexualmente a un menor de 14 años en septiembre de 2016 se enfrenta a penas de cárcel que, en virtud de las peticiones elevadas por el fiscal y el letrado de la acusación particular Rafael Sempere, pueden oscilar entre los 12 y 15 años de privación de libertad, además de la prohibición de acercarse a menos de 100 metros de la víctima y de comunicar con él de modo directo y de cualquier forma.

El juicio se celebró ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Alicante pero el procesado -que ahora tiene 37 años- se negó a declarar. Sí lo hizo el menor, oculto en un biombo para no mantener contacto visual con el acusado, sin eludir ninguna de las preguntas formuladas aunque rompió a llorar al recordar lo ocurrido. Unos hechos que, según consta en el escrito de acusación, ocurrieron en la clínica regentada por los padres del acusado y motivaron que el niño fuera diagnosticado de ansiedad por trastorno adaptativo.

El presunto delito de agresión sexual fue denunciado por el padre del menor en el cuartel de la Guardia Civil de Novelda y la detención se realizó a los pocos días. Tras ser puesto a disposición del Juzgado de Novelda, el instructor acordó el ingreso en prisión provisional del arrestado en octubre de 2016. Una medida que cesó en marzo de 2017 al abonar 6.000 euros de fianza tras permanecer cinco meses en prisión.

Según consta en las diligencias, el acusado contactó con el menor a través de un chat porque éste quería conseguir dinero para pagar la cuenta de un videojuego, que fue precisamente lo que le ofreció el adulto. Tras ganarse su confianza lo llevó en coche desde el municipio donde reside hasta Novelda y, una vez en la clínica, lo obligó a desnudarse y a mantener relaciones sexuales con él. A continuación lo condujo de regreso a su pueblo, dejándolo a las afueras del casco urbano con la supuesta intención de no ser descubierto. Pero durante los siete días siguientes el presunto agresor siguió comunicándose con el niño por whatsapp, insistiendo en verse de nuevo para practicar sexo.