De la necesidad de reivindicar la memoria, de restituir una época que quedó sepultada en los cuarenta años de la dictadura militar, de recobrar el espíritu reconciliador y de libertad de la II República. Todo ello es lo que se ensalzó en Elda, en la inauguración de la exposición permanente de la vara de mando del presidente de esta etapa democrática Manuel Azaña y que presidió el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El socialista destacó que «es un símbolo de unos momentos trascendentales de nuestra historia que marcaron el siglo XX y que todavía están la memoria».

En la ceremonia se reconoció y ensalzó la figura del intelectual de la primera mitad del siglo XX, Manuel Azaña. Concejales de la Corporación y representantes de distintas instituciones asistieron al acto, como la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, así como el alcalde de Monóvar, Natxo Vidal y la alcaldesa de Petrer, Irene Navarro.

El expresidente del Gobierno alabó la iniciativa de Elda de exponer la vara de Azaña para que «las futuras generaciones conozcan la historia». Por su parte, el alcalde, Rubén Alfaro, agradeció el impulso de mucha gente para rescatar una parte del patrimonio histórico que «nos distingue y nos hace únicos». Además defendió el municipalismo y subrayó que «cuando se proclamó la República, entonces y en otras muchas ocasiones, los cambios históricos se impulsan desde lo local».

La consellera de Justicia y Libertades Públicas fue la más dura con el franquismo, que apagó la memoria de unos años en los que se produjo una transformación económica y social, señaló. Bravo agradeció al Ayuntamiento de Elda el rescatar del ostracismo un símbolo de una etapa «tanto tiempo sepultada». Asimismo lamentó que el 14 de abril, proclamación de la República, «siga siendo una fecha incomoda, cuando supuso una transformación radical del modelo de Estado».

Poco antes del acto, el expresidente del Gobierno firmó en el Libro de Oro del Ayuntamiento de Elda y recibió una horma de zapatos decorada de manos del alcalde, Rubén Alfaro y otra por parte del exalcalde PSOE, Juan Pascual Azorín.

Una semblanza

El arqueólogo de Elda, Juan Carlos Márquez, subrayó en la introducción del acto inaugural que «la vara de mando del presidente Azaña es un objeto especial porque nos acerca a la historia de su propietario» y enfatizó que «es una pieza única y un testimonio privilegiado de nuestra historia reciente». Azaña, como presidente del Gobierno Republicano entre 1931 y 1933, promovió medidas claves como la reforma agraria o la militar y el desarrollo de un Estado laico. El historiador ha enlazado la figura de Azaña con la de Emilio Castelar. Los dos políticos defendieron ideas parejas como la descentralización territorial compatible con la unidad nacional o la regeneración ciudadana a través de la Educación. Asimismo Azaña, como presidente de la II República entre 1936 y 1939 le tocó vivir un tiempo convulso, el más dramático de nuestra historia reciente.

Márquez relató cómo llegó la vara de mando del presidente de la República a Elda, tras un periplo por varios países donde estuvo exiliada su esposa, Mª Dolores de Rivas y su estancia en el despacho del presidente de Portugal Jorge Sampaio. En manos de la Liga Española Pro Derechos Humanos, su presidente José Francisco Alonso que mantenía vinculos con concejales eldenses como José Manuel Orovio la entregó a la ciudad, en 2007, al conocer que había sido uno de los escenarios finales de la II República junto a las vecinas Petrer y Monóvar.