Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Elda

Los discapacitados de Elda reclaman más aparcamiento reservado en espacios públicos

Los afectados consideran que hay que añadir 20 plazas a las 53 disponibles para ajustarse a la ley - Correos, los juzgados y Suma, algunos ejemplos

Juan José Ger, en su coche, junto a la única plaza para discapacitados que hay frente al Museo. áxel álvarez

Una prueba de obstáculos es la que Juan José Ger tiene que superar cada vez que quiere depositar una carta en la oficina de Correos de Elda. Algo tan sencillo se convierte en toda una «odisea» para las personas con movilidad reducida, como es su caso.

Pero la falta de plazas de aparcamiento para discapacitados en espacios públicos de la ciudad no se limita a Correos. La lista es muy larga y de eso Ger sabe mucho porque lleva ocho años luchando para lograr, simplemente, que se cumpla el Real Decreto 505/2007, de 20 de abril, que regula las condiciones de accesibilidad y no discriminación de los discapacitados en el acceso y uso de espacios públicos.

En la actualidad el casco urbano eldense cuenta con 53 aparcamientos exclusivos para personas con movilidad reducida pero faltan, al menos, otros 20. «Es verdad que en los últimos años se han ampliado en una decena pero muchos edificios oficiales siguen adoleciendo de ellas y, además, necesitan una mejor distribución, más control policial para evitar un mal uso, que se instalen señales verticales y se pinten de azul para darles una mayor visibilidad», señala el portavoz Juan José Ger.

Este diario ha viajado con él, en su coche, y ha podido comprobar que los Juzgados, el Hogar del Pensionista, Suma y el centro Paurides carecen de plazas para que los discapacitados puedan estacionar sus vehículos. En la avenida Chapí solo hay una, y además con horario restringido, a pesar de que allí se encuentran el Museo del Calzado, las aulas de la UNED, la parada del autobús y el centro cívico y juvenil. Pero lo que ocurre en la calle Padre Manjón, donde está la biblioteca, roza el esperpento. Aunque cuenta con siete plazas reservadas, éstas suelen estar ocupadas por coches sin tarjeta de discapacidad y, además, se deben compartir con vehículos comerciales para facilitar la carga y descarga.

Ger sabe que «las cosas de Palacio van despacio» pero son ya ocho años y «el que espera, desespera».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats