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El sonido del metal en Elda

Uno de los retos es el ensamblaje de las piezas de los instrumentos, que llegan a pesar seis kilos y medio, para crear un sonido óptimo

El sonido del metal en Elda

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El sonido del metal en Elda Mariví Pardo

En la Huerta Nueva, en una de las calles que desembocan en el terraplén que sostiene las vías del ferrocarril que transitan por el término municipal de Elda, se encuentra el taller del herrero Paco Mancheño. Allí entre barandillas para escaleras y estanterías se esconden unos instrumentos muy especiales, piezas únicas en el universo musical.

Maderas de pino, de abeto, palosanto de Madagascar, ébano y cedro no son los ingredientes de las obras de arte que corta y suelda el eldense. El acero inoxidable es el material que utiliza para crear guitarras eléctricas.

Mancheño ha logrado combinar su trabajo, el de herrero y la afición de su hijo, la música y poco a poco se ha sumergido en el mundo de la creación de instrumentos. Sus maestros en esta nueva disciplina han sido los tutoriales de internet y su interés por destripar las guitarras, que su descendiente compra para ensayar y tocar con su grupo.

El reto -comenta Mancheño- es el «ensamblaje, el ajuste». Todo tiene que casar al milímetro para que de la unión de varias chapas de acero inoxidable se pueda extraer música con un sonido diferente. Más potente, más metálico es el aullido de las cuerdas al resonar con el acero que el que se escucha al rasgar una de madera. Pesan seis kilos y medio y está en el rango de las que usaba el rey del blues, BB King.

Al eldense el pareció una locura cuando su hijo y sus amigos le animaron a confeccionar una guitarra de acero inoxidable, siguiendo la estela del lutier James Trussart. El francés afincado en Estados Unidos utiliza este material para sus cotizadas creaciones.

El primer trabajo con el instrumento de cuerdas fue costumizarlo. Pintó algunas para que parecieran de mármol y más tarde incluyó en ellas distintos elementos como los controladores, que emiten colores como los que utilizan grupos de Trash Metal.

Más tarde utilizó el hierro para confeccionar una, sin embargo era imposible extraer un buen sonido de ella. Era demasiado sucio. Así que se decantó por el acero.

A partí de ahí comenzó la aventura de cortar las planchas de acero y soldarlas. Pero era necesario experimentar. «Utilizamos láminas más delgadas pero no tenían consistencia; después más gruesa pero pesaban mucho y al final nos decantamos por las de 1,2 milímetros de espesor» relata el herrero. Además hay que buscar las líneas de las piezas para que las cuerdas no tropiecen con elemento alguno. Y al trabajo más preciso se le debe añadir algo de diseñador, de decorador para que las guitarras sean atractivas. Así juega con los diferentes pulidos del acero del metal y los combina para darle un efecto más espectacular al instrumento.

Hasta el momento, las guitarras de Paco a las que le ha puesto de nombre Desten, sirven para decorar el escaparate de una tienda de instrumentos de Elda y las utiliza su hijo y los integrantes de su grupo. Sólo ha vendido una. Mancheño cuenta que «era una chica que la vio y se empeñó en regalársela a su novio, tanto nos la pidió que al final se la vendimos». «Y quien las ha probado se han quedado pegadas a ellas por su peculiar sonido» narra.

El pasatiempo se ha convertido en una de sus pasiones y su próximo trabajo se basa en mezclar la madera con el acero. El resultado será una guitarra con un alto componente de diseño.

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