Las aulas del colegio público Ruperto Chapí de Villena se han transformado en pequeños espacios del hogar para promover el aprendizaje de las tareas de la casa entre los niños y niñas que cursan el primer ciclo de Educación Primaria.

La iniciativa surgió por parte de la Comisión de Igualdad y Convivencia del centro, así el reto que planteó era la realización de una serie de talleres donde incentivar la «corresponsabilidad en el hogar», es decir el reparto equilibrado de las tareas domésticas entre niños y niñas.

Para poner en marcha la iniciativa, se contó con la colaboración de padres, madres, abuelos y abuelas, que se encargaron de habilitar cinco talleres en las propias aulas.

«Limpio mi casita»

Así pues en el taller «limpio mi casita» se enseñó a los alumnos a barrer empleando el noble arte de la escoba, quitar el polvo con esmero y fregar el suelo hasta dejarlo bien limpio y reluciente.

En el taller «la arruga no es bella», se intentó que los niños aprendieran a doblar la ropa. También se habilitó otra zona para tender y recoger la colada, otro espacio para poner la mesa, así como el uso de los cubiertos y en el quinto taller se enseñó a los pequeños a quitar y poner pañales, peinar y vestir a un muñeco.

Entusiasmo

El alumnado del Ruperto Chapí mostró gran entusiasmo a la hora de aprender y realizar las tareas del hogar. De la iniciativa se desprende que en ocasiones los niños no participan en las tareas del hogar porque no se les enseña cómo lo tienen que hacer, «es necesario darles responsabilidades adecuadas a su edad, invertir tiempo en ello y que las tareas las perfeccionen a base de repetir. Así estaremos colaborando en una mejor sociedad del mañana», señalan desde el centro. La experiencia ha sido muy positiva y el centro no descarta desarrollarla el próximo año, porque las tareas del hogar es cosa de todos los miembros de una familia.