El Plan de Reforma Interior (PRI) del sector la Jaud está previsto que se cierre con su paso por pleno. Será en la próxima sesión plenaria -el jueves 28 de marzo-, en la que se dará carpetazo a un litigio que dura más de quince años y que afecta a más de un centenar de propietarios.

Tras el periodo de exposición pública, la recogida de las alegaciones, dos reuniones informativas y los informes técnicos, el ordenamiento de la zona de la Jaud vuelve al pleno para su aprobación. En el documento se establecen los viales, la edificabilidad..., en definitiva, una normativa que regularice las casas que ya están construidas y que marque las pautas para las próximas licencias de obras.

La aprobación del PRI instaurará el principio del fin. Si los concejales del Consistorio ven con buenos ojos la planificación, se iniciará la segunda parte del largo proceso. Entonces se determinará una herramienta urbanística de gestión para dar licencia a todas las edificaciones de esta zona que se encuentran en una situación irregular. Una vez que se realice este trámite será cuando se envíen las tramitaciones ya aprobadas al Tribunal Superior de Justicia, para que se paralice la sentencia de derribo de las viviendas.

La concejala de Urbanismo, Pilar Calpena, ha destacado que «sin este documento no se podrían otorgar las licencias». Además, ha señalado que «el planeamiento es fruto de la paciencia y el diálogo de los propietarios, de los afectados y de los partidos políticos». «Es un trabajo de todos» ha apostillado. En total se presentaron unas 25 alegaciones y de ellas, las que se ajustaban a la legalidad, se incorporaron al expediente. Calpena señala que se han aceptado el 90 por ciento de las demandas.

«Ha sido un trabajo muy complejo en que siempre hemos puesto por delante la legalidad y el consenso entre todas las partes». En el documento se contemplan 322.000 metros cuadrados de superficie y se establece un suelo dotacional con carácter educativo, así como 15.000 metros cuadrados dedicados a zonas verdes. Además, el plan determina unos criterios de sostenibilidad como la adopción de medidas bioclimáticas para la urbanización o la implantación de sistemas eficientes de riego, entre otros.

La historia interminable

El nuevo ordenamiento se presenta tras numerosas reuniones entre los propietarios y el Ayuntamiento. Es el trabajo de más de tres años. El Plan de Reforma Interior de esta zona de entrada a la ciudad es un problema endémico e histórico de Elda, que se ha ido agravando desde 1995 cuando se otorgaron las primeras licencias de obras y la reparcelación de la zona. Un trámite que enfrentó a los vecinos y estos, a su vez, con el Ayuntamiento. En el proceso entraron en liza los tribunales y uno tras otro fueron descartando las posibles soluciones que se han dado a este problema urbanístico. Ninguna de ellas, hasta el momento, ha gozado del beneplácito de todas las partes. Y así, tanto el TSJ como el Supremo las descartaron.