El amigo de Salva Salvano ha sido el único en declarar ante el grupo de Homicidios en los últimos días. También lo ha hecho el último de sus amantes conocido: Sergio, un guardia urbano de Barcelona. La relevancia de su testimonio, que incluye una detallada explicación del único encuentro sexual que mantuvieron, es que se produjo el 8 de septiembre: el primer día que Maje salió de fiesta con su mejor amiga, Rocío, tras el asesinato de su marido. Sólo habían pasado 23 días del crimen y 20 del entierro de Antonio, en el que Maje había desplegado toda su personalidad haciendo llorar a los asistentes al funeral con la lectura pública en la iglesia de una desgarradora carta de despedida a Antonio. Tras conocer a Sergio en una discoteca de Alicante, le acompañó a su hotel y mantuvieron relaciones sexuales en varias ocasiones. Después de esa noche, y pese a mostrarse «alegre y fogosa», según el testigo, ni le dio el teléfono -incluso le mintió sobre su identidad- ni quiso volver a verle.