El Ayuntamiento de Pinoso se ha puesto en pie de guerra contra la proliferación de vertederos incontrolados de materias inertes en el término rural y natural. Proceden en su mayor parte de pequeñas obras y acaban esparcidas por áreas de gran interés ecológico como el Humedal del Prado.

El problema se ha intensificado desde que la concejalía de Medio Ambiente está ejerciendo mayor control sobre los residuos que los particulares depositan en el ecoparque municipal. Una medida que responde a la necesidad de evitar la recepción de desechos no autorizados. Desde los servicios municipales de Medio Ambiente ya se han comenzado a inventariar todas las zonas ilegales de vertido para limpiarlas e identificar a los autores. No obstante, hay vecinos que ya han denunciado a determinadas empresas al sorprender a sus operarios arrojando escombros en determinadas vías pecuarias de la localidad.

Sobre esta cuestión el técnico municipal de Medio Ambiente, José Carlos Monzó, ha reconocido que «uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos es la poca sensibilidad y comodidad de no llevar los residuos a las plantas de valorización, aunque ello suponga un coste, lo que provoca la contaminación del suelo y del agua». Un proceso de degradación que la concejala del área, Silvia Verdú, quiere evitar a toda costa «en defensa del rico patrimonio natural de Pinoso y del desarrollo sostenible del municipio».