El colegio de educación especial Miguel de Cervantes de Elda ha sufrido esta madrugada el cuarto robo en el último mes. Los ladrones han destrozado la alarma y han accedido al viejo centro de la avenida de Ronda forzando la puerta de un pasillo que da al patio. Una vez en el interior han reventado varias puertas para acceder a los despachos, talleres, aulas y taquillas del profesorado en busca de dinero, maquinaria, equipos informáticos y cualquier objeto de valor.

Sin dinero para la excursión

Así han conseguido huir con un sustancioso botín compuesto por una decena de tabletas, un ordenador portatil adquirido recientemente y valorado en 800 euros, varias máquinas y herramientas de los talleres, dos equipos de música y más de 2.000 euros en efectivo que se encontraban guardados en un armario reforzado como caja fuerte. Se da la circuntancia de que buena parte de ese dinero era el pago que los padres habían efectuado para que medio centenar de alumnos pudieran realizar la semana que viene una excursión didáctica a la localidad de Onil. De hecho, estaban muy ilusionados porque iban a asistir a una función teatral. Pero, al perder todo el dinero, el viaje podría suspenderse.

El robo se ha producido esta madrugada y ha sido el conserje quien ha dado la voz de alarma a las ocho de la mañana de este jueves al encontrarse la puerta principal abierta y la cerradura rota. Minutos después han acudido los agentes de la Policía Científica de la Comisaría de Elda-Petrer para tomar huellas mientras los efectivos de la Policía Judicial iniciaban las primeras pesquisas, a pie de calle, para tratar de recabar información con la que identificar a los autores.

Indefensión

"Nos sentimos completamente indefensos y pedimos más seguridad para que este tipo de hechos no se repitan más", ha indicado la directora Carmen Martínez tras recordar que, durante el pasado mes de agosto, los ladrones ya accedieron varias veces al colegio y sustrajeron bicicletas además de destrozar el gimnasio. "Decidimos entonces conectar la alarma con el retén de la Policía Local y eso consiguió frenar los robos; pero en el último mes los asaltos se han vuelto a repetir con frecuencia, aunque no han sido tan graves como el de esta noche", añade la responsable de un centro al que acuden niños y jóvenes de entre 12 y 21 años con necesidades educativas especiales.

Cabe recordar que el Miguel de Cervantes está dividido en dos centros y el que está sufriendo la oleada de robos es el más antiguo. Se trata de un edificio muy amplio y con muchas cristaleras, lo que facilita el acceso de los ladrones. De hecho, en el último mes cada vez han entrado por un lugar distinto. Pero, al activarse la alarma, salían huyendo y apenas causaban daños. Pero en esta ocasión todo ha sido diferente. Los cacos sabían dónde estaba la alarma y cómo desactivarla.