La Audiencia de València ha denegado la libertad provisional a María Jesús M.C., Maje, la enfermera encarcelada desde el pasado 12 de enero acusada de haber participado en el asesinato de su marido, el ingeniero de Novelda Antonio Navarro Cerdán, con la ayuda de uno de sus amantes, el auxiliar de enfermería Salvador R. L., Salva.

La magistrada ponente no sólo ha desestimado el recurso de apelación de la defensa de Maje, sino que llega a afirmar, en sus razonamientos jurídicos, que "no existen dudas respecto a la presunta participación en los hechos de la recurrente quien lo ha reconocido así inicialmente con todo lujo de detalles y en modo que ha podido corroborarse periféricamente, de un modo suficiente, para atribuir una ulterior responsabilidad criminal en este momento, de carácter meramente indiciario y provisional".

La ponente, la magistrada Dolores Hernández Rueda, se apoya en seis argumentos para confirmar la prisión de Maje, que van desde la declaración de su amante -inicialmente, en sede policial, dejó claro que habían participado ambos, aunque luego ante el juez trató de dar marcha atrás y asumir él solo toda la responsabilidad del asesinato-al hecho de "la beneficiaria de la desaparición del marido era ella según se desprende las conversaciones de ambos, bien por causas personales o económicas".

El riesgo de fuga de Maje resulta evidente

Así, "en consecuencia", concluye la magistrada " el recurso debe ser desestimado, puesto que contando la recurrente con medios económicos suficientes y vista la gravedad de la pena prevista por el delito investigado de más de veinte años de prisión, el riesgo de fuga resulta evidente en estos momentos cuando la misma lleva ingresada en prisión menos de un mes".

La decisión de la sección segunda de la Audiencia de València se produce después de que tanto la Fiscalía como la acusación particular se opusieran a la libertad de la presunta asesina. De los indicios que hay de momento contra ella y del "análisis del testimonio remitido, se desprende", afirma la magistrada, "la existencia de un hecho que reúne, sin perjuicio de su posterior calificación los caracteres de un delito de asesinato con la agravante de parentesco", que, recuerda, está penado con entre 20 y 25 años de prisión.

Los abogados de la familia de Antonio habían rechazado la medida de gracia para Maje alegando no sólo la declaración ante la Policía de la inculpada, en la que admitió haber planeado y ejecutado la muerte de su marido, sino también el contenido de las intervenciones telefónicas que «evidencia un interés económico patente» y las cartas de amor que dirigió a Salvador «para generar una obsesión por ella, haciéndole creer que tenía una situación de maltrato y abandono por parte de Antonio y que la única solución era hacerlo desaparecer», según recoge el auto de la sección segunda.

El fiscal, por su parte, desmonta uno a uno los argumentos de la defensa y reitera que Maje es, indiciariamente en estos momentos, inductora y cooperadora necesaria «de la acción homicida». Es más sentencia que sin la colaboración de la acusada -dando las llaves del garaje, dejando libre la plaza aquella noche para que pudiese aparcar la víctima y detallando sus horarios al autor material- el crimen «no se hubiera podido cometer».