La Conselleria de Sanidad ha dejado de subvencionar el Programa Intercambio de Jeringuillas (PIJ) al considerar que ya no es necesario. Este servicio de salud pública local lo lleva prestando Cruz Roja en Elda desde 2004 gracias a los fondos que recibe anualmente de la Generalitat. Durante los últimos catorce años una unidad móvil acude todas las mañanas, cuatro horas, al barrio de La Tafalera para que sus técnicos y voluntarios proporcionen jeringuillas nuevas a los heroinómanos a cambio de que éstos les entreguen las ya usadas. Se realiza una media de 200 atenciones al mes a 50 toxicómanos fijos. La mayoría son de Elda pero también los hay de otras poblaciones.
En la provincia el PIJ solo estaba implantado en Elche y Elda, lo que ha permitido reducir los daños en los adictos, además de garantizar la retirada de las jeringuillas a un lugar seguro y con una gestión de residuos adecuada para la prevención de la población en general. Cabe recordar que muchos heroinómanos acostumbraban a tirar las jeringuillas usadas en los parques y jardines que frecuentan niños y jóvenes, con el consiguiente riesgo de sufrir algún «pinchazo» accidental.
Por este programa han pasado desde su implantación en Elda más de 30 voluntarios de Cruz Roja. Además, al mismo estaban adscritos de forma fija una psicóloga, una trabajadora social y una técnico de integración social que, entre otras funciones, tenían como objetivo la prevención de nuevos contagios de sida y hepatitis, la intervención social y psicológica, el acompañamiento a recursos sanitarios, las orientaciones e intervenciones familiares, la detección de casos de prostitución y las sesiones grupales para trabajar la prevención de contagios y el uso de jeringuillas.
El programa pertenecía al área de Salud Pública, por lo que había continuas coordinaciones con la Unidad de Conductas Adictivas.
Pero todo esto ya no va a poder seguir siendo así. Cruz Roja Elda no puede asumir el programa con sus propios recursos. De momento ya ha tenido que rebajar el horario de atención diaria de cuatro horas a treinta minutos. En cualquier caso los directivos de la ONG están a expensas de mantener una reunión con los responsables municipales para buscar soluciones ante este nuevo recorte sobre el que la Conselleria, de momento, guarda silencio.
