El hermano de Antonio Navarro Cerdán, el ingeniero civil de Novelda asesinado en agosto pasado en su garaje de la calle Calamocha, en València, llegó a recibir, en un solo día, hasta doce llamadas de la madre de la viuda, María Jesús M. C., Maje, ahora encarcelada como presunta cómplice del crimen junto con uno de sus amantes, Salvador Salvador R. L., autor material confeso, para reclamarle el pago de 30.000 euros que, afirma, eran de su propiedad.

Fuentes próximas a la familia han confirmado que «desde el primer momento, el interés económico era evidente, y nos tenía muy sorprendidos. Al parecer, ella presionaba a su madre y era ésta la que llamaba para intentar acelerar los trámites para el cobro de la pensión de viudedad y de la herencia».

La mayor parte de esas llamadas se produjeron en octubre, apenas dos meses después del asesinato de Antonio y cuando la familia «aún no se había hecho ni siquiera a la idea de su muerte, así que de la parte económica ni se había empezado a ocupar».

Según consta en las escrituras de la vivienda donde residían Antonio y Maje, el 80 por ciento de la propiedad era del ingeniero y el 20 por ciento restante, de su mujer, Maje, enfermera de profesión.

Sin embargo, Maje sostiene que en realidad habían pagado la mitad cada uno, pero que buena parte de su aportación -ella lo cifra en 30.000 euros- había sido en b, tanto para formalizar la compra como para la reforma que más tarde acometerían en la vivienda.

«Hubo un día, en octubre del año pasado, que la madre de Maje llegó a llamar hasta doce veces al hermano de Antonio exigiendo que firmasen el reconocimiento de esa deuda, que no aparece además en ningún sitio», explica un allegado a la familia Navarro Cerdán, que en breve comparecerá ante el juez de Instrucción número 14 de València, responsable de la investigación de este caso.