El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, destacó ayer la singularidad de la fiesta del Rei Pàixaro de Biar, al ser la única manifestación que se conserva en la Comunidad Valenciana de una celebración «de tradición europea» que reflejaba la crítica al poder y que con el paso del tiempo ha ido perdiéndose en otros lugares. El jefe del Consell calificó de «alegría» el hecho de poder compartir un acontecimiento «que forma parte de las tradiciones más populares y de mayor interés de nuestra cultura» y que «entre todos debemos hacer que se conozca más». El Rei Pàixaro satiriza de alguna forma la figura de los antiguos señores feudales que acudían a cobrar al pueblo sus diezmos y se representa coincidiendo con San Antón.

Puig es el primer presidente de la Generalitat que acude a esta fiesta que el Ayuntamiento de Biar espera que sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC). El presidente de Les Corts Valencianes, Enric Morera, vinculado a la localidad por motivos familiares y asiduo espectador del Rei Pàixaro, asistió esta vez a la cita en calidad de autoridad. Alabó el factor «emblemático» de esta celebración, y coincidió con el jefe del Consell en que «es conocida a nivel académico y de investigación» pero no tanto desde una perspectiva popular, por lo que consideró adecuado este respaldo público.

El alcalde de Biar, Julio Sanjuán, indicó que se está recopilando documentación sobre el Rei Pàixaro para avalar la propuesta de BIC. También el edil de Cultura, Patrimonio y Tradiciones, Joan Lluís Escoda, se felicitó antes de la visita de Puig de «la preocupación del actual gobierno autonómico por el patrimonio inmaterial» y, más en concreto, por una fiesta «tan especial» como ésta.