Los colectivos animalistas de Elda, liderados por la asociación Gatitos en Apuros, ha denunciado que el Ayuntamiento de Elda «criminaliza y persigue a aquellas personas que hacen una labor desinteresada alimentado y protegiendo a animales callejeros». Unas declaraciones, que han realizado al hilo de la colocación de carteles en los que se prohíbe dar de comer a los animales y se advierte de que la multa puede alcanzar los 600 euros.

Ante estos hechos, la treinta organizaciones que firman el escrito de denuncia anuncian una manifestación el próximo 25 de enero a las 20 horas en la Plaza de la Constitución. En el manifiesto redactado se indica que «Elda necesita una gestión ética de sus colonias felinas, que pasa por la aplicación del CES -método de captura, esterilización y suelta de gatos callejeros sin sacrificios- y el establecimiento de grupos controlados para garantizar una buena alimentación y salud de los gatos callejeros», al igual que en otras poblaciones.

Por otra parte, fuentes municipales han achacado la colocación de los carteles informativos a la aparición de excrementos de ratones en dos aulas de infantil del colegio Juan Rico y Amat. Además de actuar de forma radical para evitar una posible plaga de roedores, una de las medidas que se exigieron con rapidez fue la eliminación de puntos de comida para gatos, que se encontraron en los solares que circundan el perímetro del centro escolar. Lo que en principio era una acción vecinal de buena voluntad sirvió para dar alimento y cobijo a los ratones.