El Ayuntamiento de Villena obligará, a partir de marzo, a los vendedores del mercadillo ambulante de los jueves que se celebra en el recinto ferial, a recoger los residuos que generen tras su actividad comercial en la localidad.

La concejala de Servicios, Mari Carmen García, anunció ayer esta medida encaminada «a mejorar y mantener limpia la ciudad». De este modo la próxima semana, en la conserjería del Mercado Central de Villena a cada mercader se les entregará dos bolsas para que deposite en ellas la basura generada durante la jornada del mercadillo ambulante. En la bolsa de color amarillo deberán depositar los envases ligeros de plástico y el resto de residuos en una bolsa color verde.

Tal y como indicó la concejala de Servicios las bolsas estarán identificadas con el número de puesto al que pertenecen y la ubicación del mismo. Al finalizar la jornada, los vendedores deberán dejar las bolsas atadas en el espacio donde se ubica su puesto.

Durante años, los vecinos de esta zona de la población han denunciado el mal estado y la suciedad que se acumula en el recinto ferial, cada jueves, cuando concluye el mercadillo. Un estado que se agrava los días de viento, puesto que las bolsas de plástico se dispersan por toda la barriada y la limpieza se dificulta.

La concejala de Servicios, Mari Carmen García, informó que el Ayuntamiento invierte cuatro horas de trabajo de cinco peones cada jueves para limpiar el recinto ferial tras la conclusión del mercadillo ambulante, un gasto que se busca reducir. No obstante, la edil señaló que el objetivo de la iniciativa es, por un lado, tener la ciudad más limpia y, por otro, cumplir la ordenanza de estética ciudadana que prohíbe dejar residuos en la vía pública.

El reglamento establece multas que van desde los 90 euros para faltas leves a los 750 euros para faltas graves. Asimismo, el expediente sancionador se tramitará a través de SUMA.

Las sanciones comenzarán a aplicarse a partir de marzo, tras un mes de prueba para que los vendedores conozcan el nuevo sistema.