Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Petrer y Elda

Aguanta que ya llegamos

Los usuarios de la estación de autobuses reclaman la apertura de los aseos públicos, que se cerraron al convertirse en un lugar de encuentros sexuales

Los aseos públicos de la estación de autobuses de Elda-Petrer llevan años cerrados. áxel álvarez

Los aseos de la estación de autobuses de la avenida de Madrid que comparte las poblaciones de Petrer y Elda llevan años cerrados para desesperación de muchos viajeros de la comarca. La situación no es nueva pero en los últimos meses han arreciado las quejas de los usuarios. Sobre todo de aquellos que se han visto en situaciones más que comprometidas al llegar a la estación y no poder aguantar más.

Llevan demasiado tiempo esperando una solución de «primera necesidad» en un recinto que ofrece un servicio público.

Los habituales de esta línea de transporte ya saben que los baños de la estación de Petrer y Elda permanecen cerrados con llave a pesar de que no sufren avería alguna. Sin embargo, los viajeros procedentes de otras poblaciones que lo desconocen han llegado a sufrir más de un contratiempo. La única solución pasa por acudir a los bares y cafeterías de la zona pero, en tal caso, se corre el riesgo de perder el autobús. Y casos de este tipo ha habido varios en poco tiempo.

En septiembre pasado el Consistorio petrerense aprobó una nueva concesión para gestionar la estación. Las mejoras incluían casi 40.000 euros para condicionar la fachada del edificio, subsanar los problemas de cimentación y lo más importante: abrir los aseos. Algo que, a fecha de hoy, sigue sin producirse.

La decisión de cerrarlos se tomó debido al mal uso que algunas personas daban a los mismos. Se convirtieron en un lugar de encuentros sexuales e, incluso, en 2010 llegaron a publicitarse a través de internet como uno de los lugares predilectos, en la zona de Elda-Petrer, para mantener escarceos amorosos anónimos.

Todo ello, unido a la falta de iluminación y de vigilancia privada, confirió a la estación una sensación de inseguridad que se trató de «cortar» con el cierre de los baños públicos. Pero, en este caso, «pagamos justos por pecadores», dicen varios afectados.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats