El Ayuntamiento de Novelda ha dado un paso más en el proceso para la recuperación de las instalaciones del Centro Salud y Agua Deportivo tras la aprobación unánime, en el último pleno, de la resolución del contrato de concesión de obra pública con la mercantil CSAD para la construcción y explotación de este centro deportivo, cerrado desde hace más de diez años, y la incautación del aval de 234.000 euros depositado por la empresa por los «daños y perjuicios» ocasionados.

El concejal de Gestión Económica, Ricardo Moreno, cree que éste es el inicio de un largo proceso, que posiblemente «acabará en los tribunales», que tiene como objetivo rescatar para el municipio unas instalaciones construidas sobre suelo público que se encuentran totalmente vandalizadas por la mala gestión de la empresa concesionaria y la pasividad de los anteriores gobiernos municipales. En referencia al PP y al tripartito de PSOE, Bloc y Verdes.

Una vez resuelto el contrato e incautado el aval, el Ayuntamiento inicia ahora la fase de liquidación para valorar la concesión. Para ello, y con el objetivo de defender los intereses municipales, el actual equipo de gobierno de UPyD-PP cuenta con un informe de liquidación, realizado por una consultoría externa, del que se desprende una valoración negativa de la concesión de -1.370.839 euros lo que, unido a la valoración según mercado, permite asegurar, según ha expuesto el edil del área económica, que el Consistorio no deberá indemnizar a la concesionaria ni efectuar pago alguno al acreedor hipotecario. Además Moreno ha precisado que el Ayuntamiento recibirá una instalación «saqueada y vandalizada» que no podrá volver a poner en marcha sin una inversión mínima de un millón de euros.

El siguiente paso es fijar la fecha de recepción del inmueble para que pase a ser municipal.

De forma paralela el gobierno local se propone iniciar los estudios necesarios para cuantificar y valorar las distintas posibilidades de reapertura del centro, que cerró sus puertas en agosto de 2010, apenas dos años después de su inauguración, y se levanta sobre una parcela de 11.000 metros cuadrados de suelo público. La mercantil CSAD se adjudicó en 2006, por un periodo de 40 años, la construcción y explotación de este complejo deportivo, en el que invirtió seis millones de euros, a cambio de un canon de 900.000 euros para el Ayuntamiento.

Sin embargo en 2010 abandonó la explotación por su baja rentabilidad, declarándose posteriormente en concurso de acreedores. Tras un largo periodo bajo la tutela de un administrador concursal, en 2016 un juzgado declaraba la conclusión del concurso de acreedores, por inexistencia de bienes y, por tanto, la extinción de la mercantil. Ahora, siete años después de su cierre, las instalaciones se encuentran totalmente arrasadas por el abandono, los robos y el vandalismo.