Los trabajos de limpieza y acondicionamiento del cauce de la pedanía pinosera del Rodriguillo han acabado, de momento, con lo que históricamente se asemejaba más a una alcantarilla que a un espacio de gran valor ecológico.

El cauce del Rodriguillo ha vuelto a recuperar estas navidades su «estatus» de río, restableciendo los servicios ambientales que proporcionan el agua en los sistemas naturales. No existe en Pinoso otro espacio de mayor valor ecológico que el área que conforman el humedal del Prado-Rodriguillo. Así lo ha indicado el técnico municipal de Medio Ambiente, José Carlos Monzó, puntualizando no obstante que «todavía queda mucho por hacer, corregir y entender sobre la necesidad de proteger estos hábitats. Y no sólo por esa única justificación anacrónica y antropocéntrica de convertirlos en espacios de ocio y recreo», destaca el biólogo.

Las tareas de eliminación de residuos y mantenimiento del humedal del Prado-Rodriguillo se han llevado a cabo en las últimas semanas a través de dos ayudas del Servef. Fondos solicitados por el Ayuntamiento que han permitido contratar a ocho parados de Pinoso, durante seis meses, con una subvención de 58.000 euros.