El futuro de la finca El Molino de Sax está en el aire y por eso, desde el grupo municipal de Izquierda Unida, se ha solicitado al gobierno bipartito de PSOE-Podemos que convoque un referéndum en la localidad para decidir sobre su nuevo uso. El concejal de IU, Antonio Rico, quiere que sean los propios sajeños quienes realicen sus propuestas una vez que se elaboren y conozcan los informes técnicos sobre el coste de rehabilitación de este complejo situado junto al cauce del río Vinalopó, en pleno casco urbano. Unas instalaciones que, por su privilegiada ubicación y amplitud, ofrecen un enorme abanico de posibilidades como centro turístico, medioambiental, formativo, cultural, festero, museístico, deportivo o social.
La finca El Molino tuvo su mayor esplendor en la década de los años 70 gracias a la actividad de su hotel-restaurante y sus instalaciones deportivas dotadas de piscinas y pistas de tenis. Sin embargo, el pintoresco edificio lleva cerrado más de 30 años, lo que ha acelerado su proceso de deterioro hasta convertirlo en un foco de vandalismo e insalubridad no exento de riesgo para los menores que acceden a su interior.
Tras un largo y complejo proceso judicial, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ-CV) falló a finales de febrero contra el Ayuntamiento de Sax, obligándole a pagar a la familia Barceló, propietaria de El Molino, la cantidad de 1.640.145 euros por la expropiación forzosa de la finca. Fue el justiprecio fijado por el alto tribunal tras desestimar el recurso contencioso-administrativo presentado por el Consistorio, que también renunció a seguir alargando el litigio con nuevas apelaciones. Sobre esta cuestión la concejala de Urbanismo, la socialista Irene Jiménez, ya indicó en abril que los abogados del Ayuntamiento habían aconsejado dejar de recurrir, si bien admitió que ellos esperaban que el precio final fuese inferior y se situara en torno a 1.100.000 euros.
Exigencia legal
A finales de noviembre el equipo de gobierno abonó a los propietarios 1.640.145 euros, que es la cantidad estipulada como pago principal. Pero, como la partida no estaba contemplada en el Presupuesto Municipal de 2017, el bipartito que dirige el socialista Juan José Herrero tuvo que contraer, para tal fin, un préstamo que rondó el millón de euros, y que completó con fondos de las arcas municipales. Sin embargo, a fecha de hoy, todavía no se han abonado los 270.000 euros a los que ascienden los intereses. Una obligación que viene determinada por la propia sentencia del TSJ, que fija en marzo de 2012 la fecha inicial para comenzar a computar el pago de los intereses tal y como establece la ley. Y ello por cuanto fue en marzo de 2012 cuando se presentó la hoja de aprecio ante el Ayuntamiento, que es el documento donde se fija la valoración particular de los interesados.
La decisión del Consistorio sajeño de adquirir la propiedad haciendo frente al justiprecio se hizo pública en abril. Pero desde septiembre la familia Barceló está a la espera de una respuesta de los responsables municipales, tras haber enviado dos requerimientos al Consistorio con el objeto de negociar el pago de los intereses. Mientras tanto la cuantía económica por este concepto sigue creciendo a razón de 4.000 euros al mes. Y no es el único efecto negativo que está generando la falta de respuesta del gobierno local. Igual de relevante es el hecho de que la finca no pueda considerarse todavía propiedad municipal ya que está condicionada a la liquidación ineludible del pago de la deuda principal -1.640.145 euros- más los 270.000 euros de los intereses devengados. Por lo tanto, el futuro de El Molino de Sax sigue, de momento, en el aire.
