El conocimiento y aprovechamiento eficaz de las aguas subterráneas y la transparencia en la gestión de las cuencas hidrográficas son un factor «clave» para el futuro de la agricultura en las comarcas del Vinalopó. Es la conclusión principal del geólogo Luis Francisco Turrión en las Jornadas sobre Agricultura y Recursos Hídricos en el Vinalopó, celebradas en La Canalosa y organizadas por el Consell Agrari Municipal de El Fondó de les Neus en colaboración con La Unió de Llauradors.

En la presentación del ciclo el concejal de Agricultura y Medio Ambiente, Víctor Gonzálvez, justificó el acto en una coyuntura difícil de sequía que obliga a reflexionar sobre la gestión del agua en la agricultura, y más ahora que se ha anunciado el apoyo público para finalizar la construcción del tramo 7, que llevará el agua del trasvase del Júcar-Vinalopó hasta Albatera, en el sur de la provincia.

«Actualmente no se conoce bien de qué agua se dispone en el subsuelo, aunque hay estudios que lo cuantifican en los archivos de las Cuencas Hidrográficas. Pero, de haberse dado a conocer esos datos, muchas obras de trasvases como el Tajo-Segura con inversiones millonarias no se hubieran acometido», señaló el regidor criticando que en la década pasada se hayan fomentado cultivos de alto consumo, «haciendo política de forma irresponsable bajo el lema de agua para todos».

A su juicio el problema hídrico no es sólo de sequía, sino de deficiente gestión por los organismos responsables. «Para saber el por qué de este problema hay que seguir el rastro del dinero y del negocio de los aguatenientes en torno a la compra y venta del agua», subrayó el concejal Gonzálvez.

Por su parte Álvaro Morote, de la UA, presentó los datos del limitado uso agrícola del agua procedente de las depuradoras por la falta de sistemas apropiados de reciclado y Ana Campo, del Observatorio del Vinalopó, insistió en que «los cauces fluviales no son meros almacenes de agua» sino ecosistemas vivos que la Administración debe preservar.