Como explican los psicólogos, de vez en cuando es necesario romper la rutina cotidiana con alguna actividad extraordinaria, para luego poder retomar la vida diaria con renovadas fuerzas. Actividades que pueden ser muy diversas y variadas, desde ir de compras o salir a pasear por el campo, hasta realizar un viaje.

También podemos romper la actividad habitual con múltiples actividades culturales, como acudir a exposiciones y conferencias, sin contar las más frecuentes: la lectura de un buen libro o disfrutar de una espléndida película, pero de vez en cuando, la asistencia a buen concierto de música es capaz de elevar la satisfacción del espíritu a un nivel superior, donde la sensibilidad se agudiza hasta extremos insospechados, y cristalizan a flor de piel sentimientos ocultos y olvidados, y todo ello gracias a la magia de la música, verdadero alimento del alma, pues desde la noche de los tiempos, la música es un vehículo de comunicación con el mundo de los espíritus.

Y eso es lo que ocurrió en el Concierto de Santa Cecilia de la Unión Musical y Artística de Sax, celebrado en el Teatro Cervantes,durante tres horas, en las que el público que llenaba el Teatro estuvo entregado a la música, pues hasta en el descanso, entre la primera y segunda parte, se mantuvo el carácter musical, con el sorteo de ochenta regalos, obsequiados por los comercios de la localidad, a cargo de la agrupación de Cecilianas, con papeletas vendidas a un euro.

El concierto de Santa Cecilia, bajo la batuta de su reciente director, José Antonio Antolín Polo (que tomó la dirección el pasado septiembre), resultó extraordinario, al saber conjugar el carácter valenciano, español y europeo de sus compositores, Manuel Morales Martínez (Música y vinos (pasodoble de concierto), presente en el concierto y que fue muy aplaudido; Aram Khachaturian (La viuda valenciana (Suite), con arreglos de Erik Somers; y Josep Miquel Martínez (Vents del Garbí) en la primera parte.

La obra Canto I (Fantasía para Oboe y Banda Sinfónica), de Manuel Morales, abrió la segunda parte, con una actuación brillantísima de su solista, el profesor de oboe Pedro José Herrero Fernández; obra que fue seguida de una selección de La canción del olvido, zarzuela del Maestro Serrano, que transmitió su alegría a todos los asistentes.

El concierto se despidió con una selección del musical Highligths from Chess, de B. Ulvaeus y B. Andersson, con arreglos del compositor Johan de Meij, que resultó inolvidable por la calidad y poderosa voz de la músico y cantante Elena Galán Cabrerizo, quien desde la boca del escenario supo llegar a la fibra más sensible de todos los asistentes, haciéndoles aflorar sentimientos y emociones largo tiempo olvidados.

Como puso de manifiesto el Presidente de la Sociedad, Juan Blesa Villaplana, fue una maravillosa tarde para el disfrute de la música, con una banda de 119 músicos sobre el escenario, con un alto porcentaje entre sus miembros de alumnos y profesores de conservatorio, y donde entre las nuevas incorporaciones había músicos de Onteniente, Salinas y Pinoso. La gran calidad de las interpretaciones de los solistas en todas las piezas fue destacada por el director al final de cada composición.

A los nuevos músicos se les impuso por parte de sus padrinos la lira de plata y se les entregó el diploma correspondiente. También hubo un reconocimiento especial, con un largo y cálido aplauso, a Eduardo Aracil Monllor, quien recibió días atrás el Premio "Euterpe" otorgado por la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana por su dilatada trayectoria musical. También fue homenajeada por sus 25 años en la banda María José Herrero Fernández, que recibió el pergamino de manos del alcalde, Juan José Herrero Rico, quien tuvo unas palabras de felicitación y agradecimiento a los músicos por su gran esfuerzo y dedicación a lo largo del año, señalando a la música como la principal manifestación cultural de Sax, de lo que tenemos que sentirnos orgullosos todos los sajeños.

Finalizó el concierto con el público en pie, ovacionando con un intenso y prolongado aplauso a la Unión Musical y Artística de Sax por el magnífico concierto, y que puso de manifiesto la larga trayectoria de esta sociedad, que hunde sus raíces en la historia, pues el próximo año se conmemora el 225 aniversario de la existencia de un grupo o banda de música en Sax de forma ininterrumpida, de lo que es testimonio la actual riqueza musical de la Villa, con dos bandas de música, una "colla" de dulzainas y tamboriles, dos corales y varios grupos musicales juveniles.