Las obras de reforma del instituto Azorín de Petrer han sufrido un nuevo revés que retrasará su finalización entre 12 y 18 meses sobre la fecha inicialmente prevista, que estaba fijada para la primavera de 2018. Esta circunstancia obligará al millar de alumnos de Petrer y Elda matriculados en este centro, que celebra este año su medio siglo de existencia, a seguir recibiendo clases en las aulas prefabricadas instaladas en el antiguo aparcamiento.

Los problemas detectados en la fachada, descubiertos hace tres meses cuando los obreros comenzaron a derribar el tabique interior, obligan ahora rescindir el contrato con la empresa adjudicataria. Y ello por cuanto la subsanación de los defectos técnicos sobrevenidos superan el 10% del coste total del proyecto, que partió con un presupuesto de licitación de 6.388.281 euros -sin el IVA ni el alquiler de las prefabricadas- y un plazo de ejecución de 18 meses.

A partir de ahora la ley obliga a modificar el proyecto inicial. Es necesario incluir los 750.000 euros del coste adicional destinado a sustituir toda la fachada del edificio y volver a iniciar el procedimiento de adjudicación. Trámites que podrían retrasar la conclusión de la reforma hasta el verano de 2019. Cabe recordar al respecto que los fondos de la actuación cuentan con financiación de la Unión Europea y, por lo tanto, el procedimiento es más farragoso.

Pero el deteriorado y peligroso estado que presenta toda la tabiquería exterior del instituto ha sido el segundo problema detectado por los técnicos de Dragados. El primero se remonta al pasado mes de febrero, cuando los obreros se percataron del mal estado de conservación que presentaban las vigas. En ese caso, al tratarse de una intervención menos cara y compleja, la firma adjudicataria decidió seguir adelante con el proyecto tras negociar con los responsables de Educación.

Pero ésta vez no ha sido posible, por motivos legales, para preocupación y disgusto de la comunidad educativa del IES Azorín, que ha sido puntualmente informada de todo ello por una comisión encabezada por el subdirector general de Infraestructuras de la Generalitat Valenciana.

En la reunión también estuvo presente la concejala de Educación de Petrer, Silvia Rodríguez, que ayer pidió comprensión al profesorado y a las familias de los alumnos afectados «porque desde los diferentes ámbitos de la administración estamos intentando solucionar el problema de la mejor manera posible». La edil ha agradecido la transparencia de las autoridades. «Es la mejor forma de acabar con las incertidumbres y trasmitir tranquilidad, si bien las nuevas fechas sobre la conclusión de los trabajos son orientativas», ha querido remarcar Rodríguez.

Fue en octubre de 2016 cuando comenzó la obra tras nueve años de incumplimientos, trabas y retrasos que no parecen tener fin.