El jardín de la iglesia de Monóvar y sus alrededores volverá a transformarse, por unas horas, en un paisaje de la época del rey Herodes porque los monoveros y monoveras representarán a los personajes del Belén con motivo de la Navidad. El año pasado la escenificación ya fue un éxito, y en esta tercera edición se espera una mayor afluencia de visitantes de la localidad y de otras poblaciones vecinas.

La ambientación se abre paso mediante los diferentes roles del Belén: la herrería, la panadería, la carpintería, el lavadero, la castañera, la frutería, los pastores, el castillo de Herodes, la casa de la Virgen María o el pesebre, entre otros. A la decoración material se unen los caballos, cabras, gallinas, conejos y otros animales participantes, contribuyendo a dotar a la escena de realismo.

Las monoveras y monoveros se distribuyen en cada zona, ataviados con túnicas, pañuelos y otros complementos de vestuario hebreo para representar la historia del nacimiento de Cristo, y dan dinamismo a un escenario que se torna mágico.

Teatro histórico

El Belén Viviente se instalará a lo largo del sábado 23 de diciembre, víspera del día de Nochebuena, para ser abierto al público visitante a las 18 horas, tras realizar un teatro histórico que comprenderá desde la Anunciación del Ángel Gabriel a María hasta la Adoración de los Reyes Magos de Oriente.

En su recorrido podrán degustarse productos típicos navideños de la tierra, como las castañas asadas, las tortas de aceite o el chocolate caliente con toña. Los niños podrán saludar al mismísimo rey Herodes y tomarse una foto con él. Y visitar el pesebre donde nació el Niño Jesús. Todo ello al son de los villancicos.

El Belén Viviente lo organiza la Junta Festera, entidad cuya iniciativa recuperó hace tres años esta tradición desaparecida, con la colaboración de numerosas entidades locales, las Reinas y Cortes de Honor de las Fiestas de Septiembre y sus familiares así como la concejalía de Fiestas de Monóvar.