La ampliación de la zona azul de aparcamiento regulado en torno al mercado de Novelda ha suscitado el rechazo de los vecinos de las cuatro calles afectadas: Jaume II, Colón, Almoina y Alcalde Manuel Alberola. En marzo ya presentaron en el Ayuntamiento cerca de 200 firmas contrarias a esta decisión pero no recibieron contestación alguna. Y la sorpresa se la llevaron el pasado jueves cuando el concejal de Desarrollo se presentó en el lugar para hacer pública la entrada en vigor de la zona azul ante la prensa. Una medida con la que, según expuso Francisco Sepulcre, se pretende favorecer la rotación de vehículos para facilitar el aparcamiento de los clientes que acuden al mercado. El estacionamiento ha quedado limitado a una hora entre las 9 y 14 horas, y las sanciones oscilan entre los 12 y 30 euros por rebasar el tiempo o no indicar la llegada.
Los afectados ya han comunicado su intención de constituir la Asociación del Barrio Centro con la finalidad de que la zona azul no se aplique. Rubén Pellín se ha convertido en el improvisado portavoz de los vecinos y ha argumentado los motivos por los que se oponen a la implantación del aparcamiento regulado. «Vivimos en la zona de Novelda donde más impuestos se paga pero somos los más perjudicados», ha señalado explicando que ni los miércoles ni los sábados pueden acceder a los garajes de sus viviendas porque se instala el mercadillo ambulante. Además, sus calles suelen cortarse al tráfico durante las fiestas, pasacalles, procesiones o eventos deportivos y sociales. «Pagamos el importe íntegro de nuestros vados como cualquier noveldense de cualquier otro barrio y, sin embargo, cien días al año no podemos hacer uso de nuestros garajes», se quejaba ayer Pellín tras calcular que la zona azul afecta a unos 350 aparcamientos y cerca de mil vecinos de la zona centro.
«Después de todos los perjuicios que sufrimos ahora el Ayuntamiento nos añade uno más. Y lo hace, además, por sorpresa y sin consultarnos nada previamente», indicaba ayer indignado.
Él lleva cuarenta años residiendo en el barrio y augura que la zona azul no va a tener el efecto que buscan los comerciantes. De hecho, recuerda que en 2009 el Ayuntamiento ya la implantó y terminó quedando sin efecto.
