Asaja Alicante y el Consejo Regulador Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó DOP vuelven a pedir al Gobierno una rebaja permanente de los módulos del IRPF para un sector asfixiado por el pesado lastre de este impuesto. Con tal fin han llevado al Ministerio de Hacienda su propuesta para que el índice aplicable pase del 0,32 al 0,20 de forma fija. Una solicitud que ha sido respaldada con la elaboración de un riguroso estudio, que detalla los costes de producción basándose en «imputs» como la mano de obra, maquinaria y materiales, entre otros.
El sindicato agrario y el sector de la uva de mesa del Vinalopó han hecho los deberes y han atendido la petición que les hizo la Secretaría Autonómica de Agricultura para conseguir una rebaja permanente y definitiva, ajustada y proporcionada, a los verdaderos ingresos de los productores. Los afectados quieren que se haga una diferenciación entre la uva de mesa sin DO y la uva de mesa con DO, del mismo modo que ocurre con la uva de vinificación, y se le asigne un índice a la uva de mesa con DO del 0,20, una cifra que contempla los estrechos márgenes de rentabilidad que deja este cultivo al productor.
«El Ministerio lleva años aplicando rebajas puntuales a la uva de mesa, pero no ofrece soluciones definitivas a los productores. Por eso nuestra organización y el Consejo Regulador hemos elevado al Ministerio esta petición, respaldada mediante un informe técnico y exhaustivo, que demuestra que el índice del 0,32 está muy por encima de los verdaderos ingresos de la uva de mesa. Esperamos que el secretario autonómico de la Comunidad Valenciana trabaje para que esta petición salga adelante en el Ministerio, tal y como nos prometió», indicó ayer el presidente de Asaja Novelda, Pedro Rubira.
Cabe recordar que la producción de uva de mesa en la zona representó, en 2016, casi un 80% del total de la Comunidad Valenciana. En términos de valor de la producción, la uva de mesa cultivada con DOP en el conjunto de la zona amparada, se estima que alcanzó los 31.000.000 ? en la campaña de 2016, lo que se tradujo en la creación de entre 10.000 y 12.000 empleos directos. De estas cifras se deduce la importancia que el sector tiene, no solo en el sector agroalimentario, sino en el conjunto de la comarca y en toda su estructura socioeconómica.
