El Ayuntamiento de Aspe ha puesto en marcha la campaña para tratar la procesionaria en los pinos del casco urbano y de los parajes naturales. Las concejalías de Medio Ambiente y Servicios están asumiendo una labor de mantenimiento de las pinadas que, según el equipo de gobierno de PSOE-EU, le correspondería efectuar a otras administraciones públicas. Se refiere concretamente al Gobierno valenciano.
De momento, las concejalías de Medio Ambiente y Servicios de Aspe ya han iniciado las labores de tratamiento y limpieza de procesionaria, tanto en los pinos del núcleo urbano como en los parajes naturales de Upanel, Los Algezares y la umbría del Peñón de La Ofra.
Según ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Iván Escobar, durante los meses de abril y mayo, aprovechando la contratación de trabajadores dentro del Plan de Emergencia Social, se eliminaron los bolsones de la temida oruga y, desde mediados de octubre, se están tratando y revisando los pinos más próximos al casco urbano y a los centros escolares. Cuando concluyan estas tareas, que se están desarrollando bajo la supervisión de un técnico, se empezará a tratar la pinada de La Ofra, que es un lugar muy visitado por los vecinos de Aspe y de poblaciones limítrofes.
«Las inusuales temperaturas que estamos teniendo este otoño ha provocado que tengamos que ponernos manos a la obra ya para tratar esta plaga y que sean efectivos los trabajos de prevención que se realizaron en primavera», explica Iván Escobar insistiendo en que «la mayor parte de estos trabajos deberían ser asumidos por la Generalitat Valenciana pero como no lo hacen, desde el Ayuntamiento de Aspe no damos la espalda a nuestro pinos, y trabajamos para que los ciudadanos aspenses y todos aquellos que nos visitan tengan unos parajes naturales sanos para el disfrute generalizado».
Las larvas de la procesionaria suelen aparecer en los pinos en el primer cuatrimestre del año, entre los meses de enero y abril, a medida que las temperaturas del invierno empiezan a subir. Pero en esta campaña, con el cálido otoño que se ha registrado en el Vinalopó, la Thaumetopoea pityocampa podría adelantar su aparición, convirtiéndose en un peligro para los niños y los perros si entran en contacto con ella.
