La provincia ofrece una gran diversidad de arañas pero poco se sabe de ellas. Muchas ni siquiera están registradas en el catálogo ibérico aunque se ha detectado su presencia en las comarcas alicantinas. Para profundizar en el conocimiento de estos animales, tan desconocidos como excesivamente temidos, el Área de Medio Ambiente de Pinoso ha realizado un curso con clases teóricas y salidas al campo para realizar su primer censo de arañas.
Una treintena de personas han podido ampliar de este modo sus conocimientos siguiendo las explicaciones del naturalista Germán Muñoz Maciá, experto en arácnidos, y del biólogo municipal José Carlos Monzó.
Además, con esta primera aproximación al mundo de las arañas también se han sentado las bases, en estrecha colaboración con el Voluntariado Ambiental, para realizar nuevos estudios y muestreos en Pinoso que permitan conocer la diversidad de este valioso grupo bioindicador. Y precisamente en esta población del Vinalopó se encuentra la única cita en la provincia de la Selamia Reticulata.
«Siempre que alguna persona es picada por algo desconocido la culpa es para las arañas», lamenta Monzó censurando los falsos mitos y las alarmas infundadas que la tele y el cine han creado muchas veces. Un caso reciente de «maltrato mediático indocumentado» ha sido para la araña de rincón o de violín.
Para los expertos es muy importante saber diferenciar entre las que son potencialmente peligrosas de aquellas que son completamente inofensivas y, sobre todo, estar alerta ante la posibilidad de encontrar especies exóticas y saber identificarlas. «Casi todas son venenosas pero las que habitan en la provincia no te matan si te pican», recalca Monzó para trasmitir tranquilidad después de que una mujer de 58 años haya permanecido dos semanas ingresada en el Hospital General Universitario de Elda, tras sufrir la picadura de una araña cuando paseaba por el campo. «El problema en este caso no fue el veneno sino la infección que se le produjo en la herida», puntualiza el biólogo recordando que en la provincia las dos especies más peligrosas son la Latrodectus -viuda negra- y la Loxosceles Rufescens. La primera posee un veneno neurotóxico que produce eritema, dolor generalizado y rigidez abdominal. La segunda es muy infrecuente pero puede inocular un veneno citotóxico que puede ser cutáneo, dando lugar a un edema que llega a generar una leve necrosis, o cutáneo severo, donde la necrosis es mayor provocando una úlcera más grave.
Entre las especies catalogadas en Pinoso figura la araña lobo o tarántula que, en el género Lycosa, es de las más grandes de Europa. Las hembras son tan buenas madres que se dejan comer por las crías para que sobrevivan. Las arañas avispa o cesta poseen un intenso color amarillo y las inofensivas saltadoras son expertas en cazar moscas en casas y patios. La Napoleón adquiere tan singular nombre al presentar en la parte dorsal el dibujo del sombrero de la época napoleónica y la araña de la cruz tiene incluso leyenda. Se dice que cuando Jesucristo estaba en la cruz tejió una tela en la herida de su corazón para curarlo. Son algunas curiosidades del tan desconocido como temido orden Araneae.
