El proyecto para la supresión de barreras urbanísticas sigue su curso con la reforma de los cruces más transitados de Aspe y su adaptación para cualquier viandante. Con esto se pretende mejorar los puntos peatonales más concurridos para que las personas con movilidad reducida puedan circular sin ninguna dificultad. Además, el cambio de estos pasos peatonales también supone el cumplimiento de la normativa de la Generalitat Valenciana en materia de accesibilidad al medio urbano. El importe total de este proyecto es de 32.077 euros y el plazo de ejecución de 60 días.

La concejalía de Urbanismo y Obras ha desplegado un plan para modificar los vados peatonales más concurridos del municipio. Los materiales utilizados son, entre otros, hormigón antideslizante y resistente al desgaste, con una inclinación que mejora su recorrido y con una mayor anchura, ya que deberá permitir el paso simultáneo de dos sillas de ruedas.

La nueva alcaldesa de Aspe desde el pasado sábado, la socialista María José Villa, ha declarado que su equipo seguirá trabajando para que «cualquier ciudadano pueda desplazarse sin dificultades por las calles sean cuales sean sus condiciones físicas».

Las zonas de actuación que comprende el proyecto son en la calle Trafalgar en los cruces con la calle José Vicedo Calatayud y Juan XXIII; en la avenida Padre Ismael en la intersección con calle Doctor Fleming y Pedro Galipienso, y en el parque Doctor Calatayud, a la altura de la calle La Rosa. Hasta ahora ya se han modificado los pasos de Padre Ismael en sus cruces con las calles Sagunto y Miguel Hernández, y en el acceso de la calle Cuevas-Nía a la rotonda de la avenida Pintor Pastor Calpena.