Vecinos de algunas partidas rurales de Villena como el Cascante han denunciado la oleada de robos sufrida en las pasadas semanas. Más de una decena de denuncias se llegaron a interponer en la Guardia Civil, en un tan sólo fin de semana, por la desaparición en casas de campo de aperos de labranza como azadas, cortacesped y otros enseres de fácil venta en mercadillos de segunda mano de la provincia o poblaciones cercanas.

Los robos fueron rápidos, en algunas fincas se dedicaron únicamente a llevarse los aperos agrícolas mientras que, en otras les resultó más fácil entrar en las casas y sustraer algunos aparatos eléctricos como televisores.

Las sospechas de los vecinos es que los objetos robados se hayan vendido en diferentes mercadillos y para que esto no les vuelva a pasar han decidido marcarlos todos de manera permanente para, por lo menos, disuadir a los cacos de que se los lleven. Algunos de ellos están tallando los mangos de las azadas.

Este «modus operandi» no es nuevo en la localidad de Villena. En febrero del pasado año, la Guardia Civil logró detener a un individuo que había robado en 43 casas de campo del término municipal.