Matrícula de honor para la gala con la que el instituto Azorín de Petrer y Elda festejó al mediodía de ayer sus 50 años de historia. El Teatro Cervantes se llenó de recuerdos y las emociones afloraron durante los homenajes y reconocimientos para esa «gran familia» de docentes, trabajadores y estudiantes que desde 1967 ha conseguido hacer del centro un referente de la cultura, la educación y la convivencia entre los municipios del Vinalopó.

Fue el segundo instituto en construirse en la comarca para cursar estudios superiores y nació como reconocimiento al escritor Azorín a través de la suma de esfuerzos de los Ayuntamientos de Elda y Petrer. Las dos ciudades a las que el IES Azorín ha formado, a través de los 500 profesores y 75.000 alumnos que han pasado por sus aulas, para inculcarles el espíritu de la unidad, el valor de la amistad y el lema de «juntos sumamos más» forjado curso tras curso. Un espíritu que quedó plasmado en la gala con la interpretación conjunta, por parte de músicos de las tres bandas de Elda y Petrer, en el estreno del pasodoble «Azorín», obra del alumno Iván González.

También se proyectaron imágenes del pasado; hubo discursos de la edil de Educación de Elda, Laura Rizo, de la alcaldesa de Petrer, Irene Navarro, y de la directora Rosa Mira; se presentó la revista conmemorativa -168 páginas y 50 colaboradores- y se homenajeó a todos los directores; los presidentes de las Ampas; al fundador de la Asociación de Estudiantes; la prensa con el diario INFORMACIÓN entre ellos, los familiares de los alcaldes Antonio Porta, Nicolás Andreu y el teniente alcalde José Luis Perseguer que lograron que se construyera el IES Azorín y los alumnos a través de las tres generaciones de la familia Riquelme. Pero el momento más entrañable se produjo cuando se impuso la beca a la primera directora, Teresa Soler, a sus 94 años. Y como colofón una comida para recordar bajo el lema «¡Hoy y siempre, yo soy del Azorín!».