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Medio Vinalopó

La uva, en el punto de mira de los ladrones

Asaja exige más vigilancia policial durante la campaña tras los últimos hurtos que han ocasionado graves daños en las viñas

La uva, en el punto de mira de los ladrones

La finca de la SAT Frutisur de Aspe, situada en el paraje de la Horna Baja, ha sufrido recientemente el robo de unos 600 kilos de uva de mesa embolsada del Vinalopó. Las pérdidas para el productor van a ser cuantiosas ya que muchos sarmientos, y también las brocas de las plantas, han quedado destrozadas por la acción de los ladrones. Además, según ha explicado el propietario, José Francisco Urios Sala, no son los únicos bienes de la finca que se han visto afectados.

«Cuando los agricultores sufrimos un robo -dice el afectado- las pérdidas son totales para nosotros. Nos pasamos todo el año trabajando para sólo obtener pérdidas. No es justo -clamaba ayer, añadiendo que- en muchas ocasiones el valor de los destrozos que los ladrones causan en las plantaciones son más grandes que el valor de la uva que se llevan». Su caso es uno de ellos porque los cortes realizados en las cepas tendrán efectos negativos en las dos próximas campañas.

Asaja Alicante reconoce que en los últimos años ha mejorado la seguridad en los campos del Medio Vinalopó. Sin embargo, en estos momentos la uva de mesa se encuentra en plena campaña y ya se han producido hurtos importantes. Una circunstancia que ha llevado a la organización agraria a reclamar que se intensifique la vigilancia hasta diciembre.

Tradicionalmente, la uva de mesa ha sido un producto que ha sufrido numerosos robos debido al valor que alcanza en los mercados y a que su principal zona de producción, el Vinalopó, se caracteriza por las grandes extensiones agrarias que son muy difíciles de controlar. De ahí, que sea tan importante la labor que desarrollan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y que redoblen sus esfuerzos en estas fechas.

Efecto dominó

Aunque ahora los productores de la zona reconocen que hay menos sensación de inseguridad que en campañas pasadas, quieren conseguir que todos los delincuentes sufran las consecuencias de sus hechos. De lo contrario se produce un efecto dominó. «Ven que no pasa nada y vuelven a robar», explica el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, que reclama al mismo tiempo la máxima colaboración de los agricultores. «Nosotros avisamos cuando vemos algún coche o algo sospechoso. El campo es muy amplio, sólo el productor que pasa allí todos los días lo conoce bien; por ello, si los agentes lo necesitan, pueden facilitarles llegar a la zona en la que se comete el robo y en un menor tiempo posible para que el autor no quede impune», dice Aniorte.

Desmoralización

Las penas de la Justicia son pequeñas en estos casos, lo que favorece la comisión de los delitos. Es lo que opina el responsable de Asaja Alicante. «El productor se desmoraliza y se siente inseguro. También urge aumentar las inspecciones en mercadillos y puntos no autorizados de venta para saber de dónde procede la fruta», indica Aniorte. Una postura que comparte Pedro Rubira, presidente de la Sectorial de Uva de Mesa de Asaja. «En los últimos años ha aumentado la seguridad y vemos más coches de la Policía Local, Nacional y Guardia Civil, que han incrementado los medios para combatir esta lacra. Es muy importante su trabajo y que pasen por nuestros campos con frecuencia para que podamos desarrollar una campaña tranquila», manifiesta Rubira recordando, no obstante, que en el pasado verano se produjeron varios hurtos y el Equipo Roca de la Guardia Civil de Ibi logró detener a los autores.

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