Los cazadores son conscientes de que su imagen pública está cada vez más denostada. «La sociedad nos ha puesto la imagen de Rambos que no respetamos a los animales ni al medio ambiente. Pero eso es falso porque, en realidad, somos lo únicos que cuidamos el monte», afirma tajante el delegado territorial de la Federación de Caza. «Gracias a los bebederos, comederos y siembras que los cazadores mantenemos en el monte se conserva toda clase de animales salvajes y, desde luego, nadie puede achacarnos a nosotros la extinción de ninguna especie animal. Algo que, sin embargo, no puede decirse con los insectos, que están desapareciendo porque se está envenenando la naturaleza. Pero claro, ahora saldrá algún advenedizo y nos culpará también a nosotros de dispararle a los insectos», ironiza Miguel Ángel Romero. El furtivismo es otro de los aspectos que preocupa al colectivo. «Pero le estamos poniendo coto gracias a las autoridades, que cuentan con nuestra total colaboración», indica por último.