Los cazadores se han convertido en los grandes aliados de los agricultores del Medio Vinalopó. En agosto consiguieron mantener a raya la plaga de conejos que estaba ocasionando graves daños en las fincas de uva de mesa de Novelda y, hace tan solo unos días, han hecho lo mismo con los jabalíes.

Las manadas se esconden en el cauce del río Vinalopó, entre el puente de La Jaud de Elda y La Mola de Novelda, y por las noches acuden a los campos cercanos para comerse la uva que está ahora madurando. Los expertos calculan que hay siete manadas con una decena de ejemplares cada una.

Un permiso especial de la Conselleria de Medio Ambiente por daños agrícolas ha permitido a los cazadores de la Sociedad Cinegética Noveldense realizar una batida, antes de que se abriera la veda el pasado jueves, que acabó con la vida de 14 jabalíes. «Y si el problema persiste -ha señalado el presidente José Segura- los agricultores nos volverán a tener a su lado».