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Alto Vinalopó

Los acuíferos entran en barrena

La sobreexplotación ha secado muchos pozos del interior de la provincia y en otros el agua ya tiene que extraerse a 600 metros de profundidad

Una actuación reciente en el pozo Regina de Salinas para mejorar el abastecimiento de Elda. áxel álvarez

La sobreexplotación de los acuíferos del Vinalopó que abastecen a buena parte de la provincia es el principal problema ambiental al que se enfrenta en estos momentos Alicante. «Nuestros acuíferos están entrando en barrena. Año tras año se produce un descenso en el nivel del agua de los pozos y las previsiones, las menos optimistas, apuntan a que en 2030 -en un horizonte de tan solo 13 años- comenzarán a producirse los primeros problemas por la falta de abastecimiento hídrico», advierte la presidenta del Observatorio del Vinalopó, Ana Campo.

El preocupante anuncio ha sido ratificado con datos y cifras, tanto pasadas como presentes, por el director técnico de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, Alacantí y Consorcio de Aguas de la Marina Baixa. Vicente José Richart, licenciado en Ciencias Biológicas, profesor en la Universidad de Alicante y máster en Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente, es una de las mayores autoridades en la materia. Precisamente por ello el Observatorio del Vinalopó (OV) lo ha elegido como ponente en su tercera conferencia del ciclo «¿Dónde está el Vinalopó?», la última actividad que el colectivo ecologista ha promovido para seguir reivindicando la defensa y recuperación del río en todas sus vertientes.

«Llevamos más de una centuria de sobreexplotación de los acuíferos del Vinalopó, alcanzando cotas abusivas en los últimos decenios. Muchos pozos se han secado y en otros se está extrayendo a 500 y 600 metros de profundidad», ha explicado Richart mostrando públicamente su inquietud «porque seguimos cada año extrayendo más agua de los acuíferos de la que se recarga de forma natural. ¿Y qué pasaría si un día abrimos el grifo y no sale agua?», se cuestiona el experto.

Con esta pregunta el ponente ha querido abrir una profunda reflexión sobre los trabajos a emprender en la siguiente planificación hidrológica que comienza en 2021. Un espacio de debate abierto a regantes, ecologistas, representantes políticos, agricultores, empresarios y a toda la ciudadanía en general que, además, guarda una estrecha relación con el trasvase del Júcar-Vinalopó y la necesidad de que los ríos, como tales, completen su ciclo y lleguen a la desembocadura. Y sobre este aspecto concreto el alcalde de Biar, Julio Sanjuán, también reivindicó durante la conferencia celebrada en su localidad la necesidad de garantizar un caudal ecológico para el Vinalopó. «Todas las poblaciones -dijo el primer edil- debemos luchar juntas para conseguir un río vivo, darle el valor que se merece, y acabar con la imagen actual de un río olvidado y sobreexplotado».

«Nunca lleva agua»

Precisamente, una de las afirmaciones más frecuentes entre las gentes de las comarcas por las que atraviesa el Vinalopó es que el río «nunca lleva agua». Y para los integrantes de esta asociación medioambiental «esto es lo peor que se puede decir de un río porque, culturalmente, la imagen que se tiene de los ríos es la de azules caudales de agua circulando entre el esplendoroso verde de la vegetación de ribera».

Pero el Vinalopó no responde a esa imagen tan arraigada y presente en los libros de texto. «La cuestión fundamental sería cómo explicar a la sociedad que el Vinalopó es, ante todo, un río, pero, fundamentalmente, cómo poner de manifiesto su singularidad biológica y cultural más allá de su exiguo e irregular caudal», apunta Ana Campo definiéndolo como un «urboagroecosistema», es decir, un espacio dominado por la ciudad y la agricultura. Y en todo ello el futuro de los acuíferos desempeña un papel esencial.

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