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Villena presume de relojes

El Ayuntamiento pone en marcha una ruta turística para dar a conocer ocho de los elementos históricos que sirven para medir el tiempo en la localidad

De sol, de torre, de sala, Villena cuenta con un amplio patrimonio de relojes y para darlo a conocer la concejalía de Turismo ha iniciado una ruta guiada donde se explica el origen de ocho ejemplares de gran valor histórico y algunas de sus curiosidades. Hoy y el día 12 de octubre se repetirán las visitas a partir de las 12 horas en la plaza de Santiago.

Pocos son los villenenses que saben que en el siglo XVII la localidad contó con dos importantes familias de relojeros -los Navarro y los López- que dejaron su huella con la elaboración de primer reloj mecánico de la torre de la iglesia de Santiago, así como del famoso autómata de la Torre del Orejón ubicado en la Plaza Mayor. Asimismo, hace unos meses el restaurador, José Luís Saez, concluyó la rehabilitación de los tres relojes de sol ubicados en la plaza de Santiago y el de la iglesia de Santa María.

La ruta comienza en la plaza de Santiago, donde se construyó a finales del siglo XVI el primer reloj de sol de la localidad, en la fachada sureste de la iglesia de Santiago. Aunque fue finamente labrado en la piedra, nunca ha funcionado correctamente puesto que se adaptó un diseño de reloj semicircular sin tener en cuenta la inclinación de la fachada. Cuando comprobaron el error, se realizó un segundo reloj en esta ocasión sobre la portada del templo perfectamente orientado, un reloj que contiene las horas desde las 4 hasta las 15 y forma pareja con el situado en la fachada del Palacio Municipal, el cual contiene las horas desde las 9 hasta las 20 horas. Los dos relojes pertenecen a un mismo conjunto, puesto que el Palacio Municipal fue Casa Abadía del templo de Santiago.

Así el 2 de agosto de 1777 se instaló el primer reloj mecánico en la torre de la iglesia de Santiago realizado por el relojero local, Pedro Navarro. En 1888 se instaló el segundo reloj obra de Antonio Cansejo y que todavía se conserva en el Museo Arqueológico y en el siglo XX se instaló el actual de la factoría Blasco Roqueta.

En la ruta también se incluye la visita al Museo Arqueológico para contemplar un reloj de sala mecánico realizado por Pedro Navarro en 1750, con los elementos propios de la escuela local; con una esfera metálica, el mascarón -la cara de una persona que mueve los ojos y saca la lengua cuando el reloj marca las horas- y junto a éste dos cajas, donde aparecen dos «mirones» y todo ello coronado por un autómata que se mueve también cuando marca las horas. El ejemplar- de gran valor puesto que sólo se conservan seis de estas características en España- fue adquirido por el villenense, Julio Guillén en 2011 y lo cedió al Ayuntamiento. El reloj de la sala precede a la visita a la plaza Mayor donde estuvo ubicada la Torre del Orejón, conocida de este modo, puesto que el reloj que la coronaba tenía una autómata- un busto de madera con orejas grandes- que se asomaba desde el primer piso de la torre cuando daban las horas, obra de la familia Navarro. Se trataba del reloj del Concejo Municipal. La Torre fue derribada en 1888. Hoy en el lugar donde estaba el inmueble el Ayuntamiento ha colocado un monolito con la imagen de la Torre a modo de recuerdo.

La visita concluye en la fachada de la iglesia de Santa María donde se exhibe un reloj de sol de llamativo diseño y pintado sobre la piedra que data de finales del siglo XVII y que fue recuperado por José Luís Sáez, gracias a las aportaciones de la Asociación de la ermita de San José. Tal y como indicó el técnico en Turismo, Samuel Martínez, el objetivo es - en un futuro- concluir la ruta con una visita a la torre de la iglesia de Santa María, que todavía conserva el reloj realizado en 1888 por encargo municipal, cuando fue derribada la Torre del Orejón.

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