El concejal de Participación Ciudadana de Elda, Eduardo Vicente, aseguró ayer que «los dos mediadores que trabajan en el barrio Calíu han logrado que la incidencia de los conflictos entre los vecinos descienda significativamente». El edil responde así a las declaraciones y demandas que la presidenta de la asociación vecinal de esta zona , Manuela Núñez, realizó, de forma pública, a cerca de la grave situación del barrio tanto urbanística como socialmente.
Con el informe de los técnicos municipales en la mano, el concejal expone que «desde el primer momento que asumimos la labor de gobierno en Elda se ha trabajado en Calíu y sobretodo en el aspecto más complejo como es la conflictividad social entre familias».
El responsable de este área municipal no negó que las condiciones sociales de la zona son difíciles pero insistió en que se están tomando medidas para frenar las disputas, «hasta donde la ley nos permite». Además subraya que las rondas policiales son continuas y apostilla que «el centro social de este barrio es el único que cuenta con vigilancia coincidiendo con las actividades programadas». Y con estos datos, el edil recalca que «de abandonados nada».
Una de las demandas de la asociación vecinal es la creación de una rampa en la empinada escalera que da acceso de la calle Novo Hamburgo al barrio. El concejal de Obras informa que «es inviable construir una rampa en este lugar tanto urbanística como económicamente». Los servicios técnicos están buscando una solución para colocar un acceso en uno de los puntos de esta calle que sea factible. Vicente indica que «la legislación de accesibilidad no permite hacer una rampa con una pendiente mayor de un 6% de desnivel y hacerla donde demandan los vecinos es un despropósito y la presidenta conoce la situación porque la hemos comentado con ella». «Lo que pasa es que se calla lo que no le interesa» concluye.
Frente a las múltiples demandas de la presidenta, desde el Ayuntamiento se relatan las acciones realizadas en los últimos dos años. Se indica que «Calíu es uno de los barrios donde más se ha invertido». En la relación se encuentra la reparación de las aceras de las calle Ópera, Alcoi, Paseo de las Arenas y Manuel Morales. También se iluminó la zona de las escaleras de acceso y el centro social y se repusieron las papeleras. Vicente comenta «eso sí, al día siguiente estaban todas rotas en el cauce del río».
Además, se invirtieron 8.000 euros en la poda de los eucaliptos de Novo Hamburgo y la limpieza del cauce del río al paso por el barrio así como en noviembre de 2016 se realizó la limpieza de choque en el barrio y en 2017, se volverá a realizar.
Encima de la mesa del concejal de Obras se encuentra el proyecto de renovación del alcantarillado del barrio. «No sólo hemos hecho actuaciones sino que tenemos otras previstas», afirma.
Vicente afirma que la asociación de Calíu es una de las más cuidadas ya que el Ayuntamiento destina más del doble de recursos en horas de talleres para los vecinos de este barrio. «Se pagaron más de 60 horas de actividades frente a las 20 que se financiaron para otras asociaciones», afirma.
