Tradiciones arraigadas y una persistente devoción hacia los Santos Patronos, y en particular ayer, hacia el Cristo del Buen Suceso. Estos son los elementos fundamentales que caracterizan a las Fiestas Mayores de Elda, unas celebraciones que cada año tienen lugar el 8 y 9 de septiembre y que conjugan a la perfección los actos de carácter religioso y los lúdicos, bajo un completo programa de actos. Este año, además, con mayor importancia puesto que los eldenses demostraron el fuerte vínculo que les une al patrón esperando su salida en procesión pese a que la lluvia obligó a aplazar el acto tres cuartos de hora. Un gesto que refuerza la historia y las tradiciones de la ciudad.

Una fina llovizna sorprendió a los eldenses a las 20.30 horas, justo en el momento en el que estaba todo preparado para que la talla comenzara a asomarse por el portón de la iglesia de Santa Ana. La cofradía de los Santos Patronos anunció por la megafonía del templo que el acto se aplazaba a las 21 horas. Cientos de fieles se refugiaron del agua en el interior de la parroquia con más ganas que nunca de que el Cristo pudiera reencontrarse con su ciudad. Afortunadamente fue así y en unos minutos el cielo se despejó. Cuando el reloj marcaba exactamente las 21.15 horas, los cerca de 50 costaleros subieron a hombros al Cristo del Buen Suceso con las andas pequeñas para poder maniobrar con más facilidad en caso de lluvia. Ya en la calle, miles de devotos demostraron que la climatología no es un obstáculo para rendirle tributo y lo honraron, iluminando su camino con velas y con un numeroso público durante todo su recorrido.

Para los eldenses, el día 9 de septiembre está señalado en el calendario con una especial singularidad. Desde que el patrón recibiera el nombre del Cristo del Buen Suceso en mayo de 1714, en el antiguo templo de Santa Ana, siempre ha protegido a la ciudad y despierta entre los ciudadanos un fervor especial que ayer volvió a ponerse de manifiesto. Tanto la eucaristía de la mañana como la misa y posterior salve de la tarde estuvieron dedicadas al patrón con la presencia de las autoridades y una amplia representación del tejido social del municipio.

A última hora de la noche, la procesión puso fin a las Fiestas Mayores, pero a septiembre todavía le queda mucha fiesta. La familia fallera toma ahora el relevo ante el inminente inicio de las fiestas del fuego que tendrán lugar del 14 al 17 de septiembre.