El Tanatorio de Elda-Petrer se llenó de dolor, impotencia, lágrimas y desconsuelo en la mañana de ayer durante el funeral del niño fallecido en el asalto de unos desconocidos a su domicilio familiar. El alcalde, el socialista Rubén Alfaro, acudió a la misa en compañía de un nutrido grupo de miembros de la corporación municipal. Un gesto con el que querían mostrar el apoyo, la cercanía y la solidaridad de toda la ciudad con la familia, amigos y compañeros del pequeño de ocho años.

«Es un ángel que ya está en el corazón de Dios y vive para siempre» indicó el cura párroco de Santa Ana durante el desgarrador funeral celebrado en el templo del propio tanatorio. Juan Agost trasmitió a la familia las condolencias personales del Obispo de Orihuela-Alicante, condenó un «crimen que escandaliza» y se preguntó: «¿por qué la violencia se ha cebado con una criatura tan inocente que solo daba amor?».

El padre y la madre de acogida del menor y sus respectivas parejas estaban completamente destrozados. La agredida quiso asistir al funeral a pesar de las contusiones que presenta por todo el cuerpo. Unas horas antes, en la noche del jueves, también acudió al Tanatorio de Elda-Petrer cuando el féretro del niño fue trasladado desde el Instituto de Medicina Legal de Alicante. Pero la mujer no pudo soportar la tensión emocional del momento y tuvieron que llevársela a casa para que se tranquilizara.

La madre de acogida del niño, que está separada de su marido desde hace un año, también estuvo presente en el velatorio. Pero se encontraba sedada al igual que parecía estarlo ayer. De hecho, cuando conoció la traumática noticia en la noche del miércoles sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que recibir asistencia médica.

Cientos de personas pasaron por la capilla ardiente para dar el pésame a los afligidos familiares. Entre ellos los integrantes del equipo SBR Elda Para+Triathlon, al que la víctima pertenecía, y el Club de Atletismo de Elda, del que el padre es entrenador.

Pero el momento más emotivo se produjo cuando el portavoz de la familia subió al altar y agradeció las enormes y numerosas muestras de cariño recibidas en los últimos días tras el luctuoso suceso. «Ella vivía siempre pendiente de su trabajo y de su hijo -dijo en referencia a la madre- y por su padre el niño sentía adoración», señaló en un templo en el que el conmovedor silencio solo se interrumpía por el llanto desesperado de los familiares. «Ahora ya está lleno de paz, la vida no se lo ha puesto fácil pero en estos cuatro años ha sido muy feliz aunque, por causas que no podemos interpretar, el Señor se lo ha querido llevar ahora que se cumplen dos meses de su bautizo», dijo con la voz rota.

Sobre las doce del mediodía la comitiva fúnebre se dirigió al cementerio de Santa Bárbara con una decena de coronas de diversas entidades en su recuerdo.

Verdaderamente la vida no se lo puso fácil. Cuando sus padres lo acogieron con cuatro años de edad presentaba importantes problemas de logopedia además de epilepsia y un leve grado de autismo. En cuatro años avanzó muchísimo gracias a la entrega y la dedicación de sus padres de acogida, según destacan amigos de la familia. Estaba escolarizado en el colegio público Padre Manjón de Elda y el próximo 11 de septiembre iba a comenzar 3º de Primaria. Un curso que va a ser también muy duro para sus compañeros de clase.