Una década ha permanecido cerrado el tradicional camino que une el casco urbano de Monforte del Cid con la pedanía de Orito, donde se encuentra la cueva de San Pascual en la Sierra de las Águilas. Las gestiones iniciadas hace dos años por el equipo de gobierno de IU, PSOE y No Adscrito -anteriormente Cs- con el juzgado que lleva el caso Walaig han dado finalmente sus frutos y, diez años después de su cierre, los tres kilómetros de la ruta a Orito se han reabierto al público.

El concejal de Servicios, Ángel Gutiérrez, en colaboración con la concejalía de Agricultura que dirige María Teresa de las Nieves, han puesto todo su empeño en conseguir recuperar el paso por el vial que tantos años ha dado servicio a los monfortinos. «Y queríamos hacerlo -han indicado- en unas condiciones de seguridad óptima para los caminantes y conductores». Con tal fin el Ayuntamiento ha acometido una serie de mejoras viales en la calzada.

El trayecto fue clausurado al comienzo de las obras del polémico polígono industrial de Walaig debido a que, al realizar la reparcelación del sector, el camino dejó de ser de titularidad pública para formar parte de los viales de la nueva zona industrial.

La gestión del anterior equipo de gobierno popular llevó a la paralización de las obras obedeciendo a tres sentencias del TSJ que, sin embargo, anulaban todo menos la reparcelación. Por ese motivo en el año 2015 la nueva Corporación local que preside la alcaldesa María Dolores Berenguer, de IU, pidió permiso al juez para rehabilitar el histórico itinerario, independientemente de los trámites judiciales que se llevaran a cabo. Los principales argumentos eran que, de facto, el camino tenía carteles que anunciaban que estaba cortado, pero los agricultores y los senderistas seguían utilizándolo dado que no estaba cerrado físicamente.

Por otro lado, la instalación de placas fotovoltaicas cambió su trazado, generando unas curvas muy cerradas que hacían peligrar la seguridad vial. Además, las obras interrumpidas de la urbanización del polígono dejaron tramos sin asfaltar, con el consiguiente riesgo de accidentes por su impracticabilidad durante las lluvias fuertes. Por todo ello el concejal Ángel Gutiérrez se ha mostrado muy satisfecho: «seguimos mejorando el pueblo día a día y cumpliendo nuestras promesas», ha indicado complacido.