Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Elda

El «cuello de botella» sigue en verano

Un autobús se queda atascado dos veces en la estrecha calle Padre Manjón por el mal estacionamiento de un coche y un camión

La estrecha calle Padre Manjón de Elda en una imagen tomada ayer y con el autobús de la línea Villena-Alicante que se quedó bloqueado en dos ocasiones. ÁXEL ÁLVAREZ

Circular por la calle Padre Manjón de Elda es un suplicio para los vehículos pesados y de transporte público porque es un «cuello de botella» y con mucha frecuencia se quedan atascados o consiguen pasar por escasos milímetros.

Padre Manjón es una de las arterias de la ciudad que mayor presión de vehículos recibe diariamente ya que da continuidad a la Gran Avenida, que es la principal conexión dentro del casco urbano con la vecina localidad de Petrer.

Pues bien el problema de esta calle es básicamente su estrechez. Es un vial de dirección única y en la práctica totalidad de su trazado se permite aparcar a ambos lados de la calle. Pero cuando algún conductor no estaciona de forma adecuada su vehículo impide el paso de camiones o autobuses, lo que provoca que el tráfico del centro de la ciudad se colapse con largas colas hasta que la Policía Local acude al lugar y la grúa retira el turismo mal aparcado.

Y el problema no es aislado si bien, en el actual periodo vacacional, la situación no es tan grave como en días laborables y horas punta. Así lo han indicado a este diario usuarios habituales del servicio de autobús que sale de Villena y pasa por Sax, Petrer, Elda y Monforte del Cid con destino hacia Alicante.

El último caso

En la tarde del pasado sábado volvió a ocurrir. Un autobús cargado de pasajeros recogidos en Villena, Sax y Petrer se quedó bloqueado a la altura del número 30 de la calle Padre Manjón, justo en frente del Jardín de la Música. Un camión aparcado en la calle no dejaba el espacio suficiente para que el autobús pudiera pasar. Afortunadamente el conductor fue localizado en un comercio próximo y retiró el vehículo. Pero en el trasiego se perdieron unos 20 minutos y la cosa no quedó ahí. A 200 metros el autobús tuvo que detenerse de nuevo. En esta ocasión a la altura del número 15 porque había un coche que sobresalía de la zona delimitada sobre la calzada para aparcar.

Los intentos por localizar al conductor fueron inútiles así que finalmente se requirió la presencia de la Policía Local, cuyos agentes llamaron a su vez a la grúa para que retirase el turismo. En definitiva, otros veinte minutos de retraso que añadir a los veinte minutos anteriores, lo que generó la crispación del conductor del bus y las quejas de los pasajeros, que tardaron 90 minutos en cubrir un trayecto para el que, en condiciones normales, deberían haber empleado 45 minutos. No es éste, desde luego, el mejor ejemplo de vertebración del territorio. Y más teniendo en cuenta que por la calle Padre Manjón de Elda pasan, a diario, los autobuses de las líneas de transporte urbanas, interurbanas, escolares y universitarias.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats