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Prat: «Los trasvases se agotarán pero nuestra Comunidad se halla junto al mar y la desalinización es el futuro»

Juliá Álvaro analiza el problema que la falta de recursos hídricos va a suponer para la provincia

Prat: «Los trasvases se agotarán pero nuestra Comunidad se halla junto al mar y la desalinización es el futuro»

Julià Álvaro Prat se ha desplazado en el tórrido agosto a Monóvar para dar a conocer a lo regantes de la Junta General de Usuarios del Medio Vinalopó, y también a los alcaldes y concejales de las seis poblaciones beneficiadas, los detalles de las obras y los plazos del post-trasvase del Júcar-Vinalopó por su margen izquierda. Un proyecto muy demandado por los agricultores de Novelda, Pinoso, Petrer, Agost, Monforte del Cid y Monóvar, que comenzará a ejecutarse el próximo mes para culminar en el verano de 2020, tras una inversión de 45 millones de euros con los que se instalarán 36 kilómetros de tuberías subterráneas.

¿Siete años de retraso para iniciar la obra no es demasiado tiempo?

Bueno la tramitación es lenta y el proceso administrativo es complicado en este tipo de infraestructuras en las que siempre tratamos de poner el mayor celo para respetar, estrictamente, todos parámetros medioambientales. Pero nosotros -en alusión al nuevo gobierno valenciano que forman PSPV y Compromís- hemos tenido el problema de encontrarnos con una Administración muy precarizada y prácticamente anoréxica porque así le interesaba al anterior Consell -el del PP- para así poder externalizar buena parte de sus funciones.

La calidad del agua del Júcar que llegará a la provincia sigue generando dudas entre los regantes ¿Qué opina al respecto?

Las dudas son buenas porque generan pluralidad de ideas y debate y nos permiten mejorar si impera el diálogo, la racionalidad y se alcanza el acuerdo. El trasvase del Júcar ofrece desde su toma en el Azud de la Marquesa agua de calidad y en cantidad y, además, es una opción que se basa en un gran consenso social. Ese es el punto de equilibrio y hay que pasar ya página respecto a todas esas cuestiones porque al final no va a llegar el agua a la provincia, y la peor agua es la que no llega.

¿Cree que el trasvase del Júcar es la solución definitiva al déficit hídrico que padece Alicante?

Por desgracia no lo creo. Este verano se está viendo el problema en toda España. La falta de lluvias ha dejado a muchas zonas del interior sin prácticamente agua en sus embalses y, en esas agónicas circunstancias, es normal que no puedan trasvasar caudales a la costa. Pero con el cambio climático el Júcar, al igual que el resto de ríos de la Península, dispondrá cada vez de menos recursos hídricos para poder trasvasar al Vinalopó. Todo ello nos lleva a pensar que los trasvases se terminarán agotando y generarán conflicto social entre las cuencas que ceden y las que reciben agua. Pero esperemos que ese proceso se alargue lo máximo en el tiempo.

¿Sin agua que trasvasar y con una sequía galopante qué futuro le espera a esta provincia?

Las desalinizadoras. Estas plantas que eliminan la sal del agua del mar para abastecer a las poblaciones costeras también han generado muchas dudas en los últimos años. Pero ahora se está demostrando que son una buena solución. Nuestra Comunidad es, además, privilegiada porque se encuentra bañada por el Mar Mediterráneo de norte a sur y, por tanto, tenemos agua al alcance y de sobra para abastecer a la población y a los agricultores en un corto plazo de tiempo.

Pero las plantas desaladoras de Torrevieja y Mutxamel no están dando de momento los resultados esperados...

Es cierto pero también lo es que todavía no están funcionando a plena potencia. Está claro que hay que seguir investigando para incrementar su capacidad de tratamiento y reducir su alto consumo energético para obtener un precio razonable. Pero se está avanzando mucho y en esta Comunidad tenemos una mina que debemos saber gestionar porque es el futuro que nos garantizará el agua.

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