La Policía Local de Petrer ha sorprendido a tres jóvenes bañándose de madrugada en la piscina del polideportivo municipal. Aprovechando que no había vigilancia saltaron la valla, se quitaron la ropa y se lanzaron al agua. No estaban haciendo apenas ruido pero los agentes los descubrieron sin que se percataran de su presencia. Acudieron con sigilo al acceso y ya no pudieron escapar. Se trata de tres petrerenses de 18 años que ahora se enfrentan a una sanción económica del Ayuntamiento. Al menos en este caso no se han producido robos, destrozos ni actos vandálicos en las instalaciones, por lo que los denunciados no tendrán que hacer frente, como ocurre en estos casos, a los gastos de reposición de los desperfectos ocasionados.

Los baños clandestinos a la luz de la luna no suponen ninguna novedad en estas fechas. Los chapuzones nocturnos en las piscinas públicas forman parte de un fenómeno aislado aunque habitual cada verano. Hace cinco años hubo un «boom» en Petrer y la Policía Local tuvo que poner en marcha un operativo especial de vigilancia para acabar con ellos. Prueba de ello es que durante julio y agosto las patrullas acudían casi todas las noches a la piscina municipal en horario aleatorio. De este modo lograron identificar a más de veinte infractores. Casi todos menores de edad. Desde aquel verano se habían detectado casos aislados pero en los dos últimos meses la tendencia parece ir a más, lo que ha llevado a la Policía Local a reforzar la vigilancia en las últimas semanas. Quizá están influyendo las bochornosas noches de calor tropical, las vacaciones sin playa o quizá se trata de una moda juvenil que salta de generación en generación. Pero lo cierto es que los adolescentes esperan a que llegue la madrugada para saltar la valla del polideportivo en la zona menos visible. Suelen hacerlo en grupos -también con chicas- y no suelen causar daños en las instalaciones. Pero el chapoteo del agua y el griterío propio de la edad les delata así que, en más de una ocasión, son los propios vecinos los que alertan a la Policía Local porque duermen con las ventanas abiertas y bien entrada la madrugada no pueden pegar ojo.