Con suspense por una inesperada tormenta de verano y con declaración de amor ante los festeros de las ocho comparsas desde el castillo de Embajadas. Así han comenzado este año las fiestas de Moros y Cristianos de Aspe.

La Entrada de Bandas de Música debía comenzar a las 19.45 horas pero quince minutos antes un fuerte chaparrón torció el gesto de los aspenses mientras dirigían sus miradas al negro cielo. Sin embargo los nubarrones se fueron tan pronto como aparecieron y el festejo arrancó desde la Cruz de Orihuela tal y como estaba previsto y a la hora indicada.

Cuando las bandas de música irrumpieron con sus alegres pasodobles en el parque Doctor Calatayud, donde se encuentra instalado el castillo de Embajadas, el maestro Juan Miguel Romero Llopis tomó la batuta con brío para hacer cantar, saltar y bailar a Moros y Cristianos bajo los acordes y la letra del Himno de la Fiesta.

Pero el acto albergaba una gran sorpresa. En presencia del director, del alcalde Antonio Puerto; del alcalde de fiestas José Antonio Pastor, del cronista de fiestas Carlos Aznar y del presidente de la Unión «Virgen de las Nieves» Francisco Vives, un joven festero de la comparsa de Moros Fauquíes se subió a la almena y tomó el micrófono para pedirle matrimonio a su novia, de la comparsa de Estudiantes, que en ese momento se encontraba entre el público que abarrotaba la plaza ajena a la «emboscada» que su novio le había tendido. Pero la chica le echó valor y subió a la fortaleza, entre sorprendida y avergonzada, y tras darle el «sí quiero» hubo una sonora ovación antes de que el maestro volviera a interpretar el Himno a la Fiesta que, dado el momento y el contexto, sonó más bien a marcha nupcial.

Y ya de madrugada comenzaba la Retreta con los disfraces y el jolgorio habitual. Pero los padres y abuelos se fueron pronto a dormir porque hoy, a las 11 horas, toca Pasacalles Infantil y esta noche, a las 20.45 horas, Entrada Mora.